SUQUIA
¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
El protagonista de este drama oscuro, llamado “Descansar en paz”, es un hombre desesperado. Endeudado y enceguecido por mantener un estilo de vida con su mujer y sus dos hijos, queda acorralado por un prestamista mafioso, que amenaza su vida y la de los suyos si no paga lo que debe. Frente a una realidad que lo supera, pasa cerca del atentado a la Amia, la explosión lo hiere levemente y le da una excusa para huir y pretender otra vida. Reinventar una historia desde la sencillez y la discreción. Aunque está partido en dos.
Basada en la novela de Martin Baintrub, con guion del mismo autor, el director Sebastián Borenstein (La Odisea de los giles) y Marcos Osorio Vidal, el film indaga en esos personajes: la esposa del deudor, el prestamista, las vueltas de tuerca de una vida que sigue donde ninguno de los responsables puede disimular del todo su parte de tinieblas.
Nadie es santo, muchos sufren y casi todos se acomodan cuando aparece la tentación de una vida holgada. Desde el exilio forzoso, la carga enorme. Desde los duelos sufridos, la seducción de lo fácil.
Borenstein filma como los dioses, con escenas impactantes y muy logradas, con sutilezas y algún pequeño momento discutible. En realidad, siempre le saca partido a esos muy buenos actores que se entregan a su visión: Joaquín Furriel, en un gran trabajo, y el “Puma” Goity, en una composición que pone la piel de gallina. Los dos premiados en el Festival de Málaga con justicia.
Lali González y Griselda Siciliani aportan una gran entrega actoral. Los rubros técnicos son de un nivel increíble, desde la fotografía de Rodrigo Pulpeiro hasta la música de Federico Jusid, que vuelve a vestir con sutileza y emoción la historia de estos complejos personajes. ¡Háganse un favor y veanlá! Disponible en Netflix.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️↗️
