Una sugerencia de alguien que ya pudo ver la película.
Quienes llegamos a la avant premiere de “Argentina, 1985“, organizada por Radio Suquía y Cines Dino Mall, lo hicimos con una mochila llena de expectativas y rumores de que la película estaba “realmente buena”. Y aunque eso siempre es positivo, también puede ser una trampa mortal si el film no está a la altura de las circunstancias. ¡Alerta spoiler!: No es el caso.
Una hecho histórico
Las piezas artísticas basadas en hechos reales siempre tienen ese “no se qué” que atrapa y te genera la rápida necesidad de googlear si todo pasó tal cual como es representado. A eso hay que sumarle que el Juicio de las Juntas es un acontecimiento reciente en la historia argentina, que a muchos aún los sigue atravesando con recuerdos, dolores y pérdidas.
Aunque el comienzo de la película puede resultar un poquito lento, en lo que sería la previa al proceso judicial, toma sentido en el balance final al graficar el miedo social de la época, la persecución y lo descabellado que parecía para el sistema enfrentar a las fuerzas militares que habían gobernado al país.
Golpe directo a las emociones
Santiago Mitre hizo los imposible: resumir cientos de testimonios de las víctimas de las torturas en unos pocos personajes, con historias realmente atroces que logran conmover y emocionar hasta las lagrimas.
Sin embargo, todo parece poco al lado del momento en el que Ricardo Darín, interpretando excepcionalmente al fiscal Julio César Strassera, enuncia los alegatos, en una recreación casi documental de la cita histórica.
No todo está perdido
Ver a un grupo de jóvenes inexpertos ponerse a sus espaldas la investigación judicial más importante de la historia democrática argentina es refrescante, conmovedor y permite pensar que ¡no todo está perdido!
La cara más visible de la juventud la encarna Peter Lanzani, con una de sus actuaciones más sencillas y, al mismo tiempo, precisa para lo que la película necesita.
¡Tiene todo para ser un éxito!
La película tiene todo para ser un éxito. A todo lo que mencionamos anteriormente, se suman los populares nombres que encabezan la cartilla; una banda sonora de calidad y bien argentina; una fotografía similar a la de El Secreto de sus Ojos, que puede ser muy rentable en las aspiraciones por el Premio Oscar norteamericano; y un guion muy bien resuelto para sintetizar este hecho tan importante.