¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
La película de terror de cada semana llega con “La maldición del Queen Mary”, un despropósito que enlaza las historias de dos familias a bordo de un trasatlántico famoso por tener historias embrujadas. Ahora, el majestuoso barco está en la bahía de San Francisco como atracción turística. Y hasta allí llega una mujer con su hijo, para encontrarse con el padre del chico, y con su novio en crisis, mientras él planea escribir un libro sobre el barco y su fama.
Ella propone una experiencia en 3D. La excusa es que el pequeño pase tiempo con el padre, pero nada bueno saldrá de esas intenciones porque en el barco se cruzan espíritus y fantasmas de 1938, en violentas situaciones. Muy sangrientas también.
La historia avanza bien, aunque la imponencia del lugar, las situaciones mezcladas, los hachazos letales y el peligro comienzan a repetirse y tienden a perder efecto. Mientras, lo intrincado del argumento confunde. Es ahí donde cae en todos los lugares comunes y nos damos cuenta que es otra más del montón, que no aporta nada nuevo e interesante. Un sinfín de tópicos que pululan en este género, que hacen de esta historia prescindible.
Sin embargo, la película tiene hallazgos que la hacen llevadera, números musicales, elementos mortales que se materializan desde la pantalla de un celular (momento descabellado WTF) y otros rescatables, como por ejemplo un gran cuidado de lo estético, que por momentos en verdaderamente monumental. Lo mismo, no basta. En fin, la maldición caerá en aquellos que paguen una entrada para verla.
CALIFICACIÓN: 💩