¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
DreamWorks Animation a lo largo de su historia ha alternado entre buenas y malas producciones. A su haber tiene la maravillosa “Cómo entrenar a tu dragón” o personajes entrañables como Po (Kung Fu Panda) o Shrek. Sin embargo, también cuenta con algunas películas olvidables como “Turbo” o “El Espantatiburones”.
En ese contexto, podríamos decir que “Krakens y Sirenas” se sitúa en un punto medio. Sin ser una película extraordinaria, cumple con ser entretenida y dinámica, suficiente para dejar contentos a los más pequeños de la casa y logra mantener a los padres interesados en lo que está pasando en la pantalla.
La historia nos presenta a Ruby, una kraken adolescente que trata de pasar desapercibida en una secundaria llena de humanos. Su familia, compuesta por su madre, padre y un hermano (todos krakens), ha logrado adaptarse y tener una vida casi normal pese a sus notorias diferencias con el resto de sus vecinos.
Toda esa tranquilidad se ve perturbada cuando Ruby cae al mar y se transforma en una kraken gigante. A partir de ese momento, comienzan las aventuras que solo aumentan con la aparición de Chelsea, una hermosa sirena que no tiene problemas para mezclarse entre los jóvenes de la secundaria e involucrarse amistosamente con la protagonista.
“Krakens y Sirenas” no rompe ningún molde en su desarrollo. Su historia es simple y muy concreta, siempre pensada para los más pequeños. Es una linda fábula de integración, donde todos pueden encontrar su lugar en el mundo mientras sacan lo mejor de cada uno de ellos en el camino.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️