Estreno de la semana: “El triunfo”

¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.

“El triunfo” es como “Los Coristas”, pero con presos. La historia cuenta que a través de la actuación los detenidos encuentran un respiro, una bocanada de la libertad que carecen. No es un ítem nuevo. Recordemos “César debe Morir” de los Taviani. Pero en este caso, la película de Emmanuel Courcol, con un soporte en la realidad, una historia que ocurrió en Suecia en 1985, los ingredientes del argumento, las vueltas de tuerca y sobre todo la relectura de la obra más famosa de Samuel Beckett, construye un film con encanto, humor y personajes queribles.

Un actor frustrado da clases de teatro en una cárcel de Lyon. Primero son ejercicios liberadores y stand up de fábulas. Luego, llegará el sueño casi imposible: “Esperando a Godot”. Comienza un viaje de aprendizaje, de descubrimiento y, por sobre todo, de lograr que esos hombres rudos de frondoso prontuario comprenda a Beckett. Hay que llegar a esa espera infinita, justamente para los presos que son expertos en esperar.

Los personajes desnudan su humanidad, algunos mejor redondeados que otros, y el “director” pelea cada peldaño, para ellos y para sí mismo. Un tanto larga, pero con un sostenido interés y un último giro sorprendente y emotivo. Especialmente porque el mismísimo Beckett aseguró que el desenlace es el mejor que pudo haber pasado. Ese hombre que escribió, iluminado y sin absurdo: “La humanidad somos nosotros, tanto si nos gusta como si no. Aprovechémonos antes de que sea demasiado tarde. Representemos dignamente por una vez la calaña en que nos ha sumido la desgracia”. 

Y ahí están los presos y sus sueños, el director y sus ilusiones, y el espectador que aprovecha para su bien esta muestra de humanidad, que espera en vano pero que mientras tanto disfruta de una emoción auténtica. Y eso es mucho.

CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️