Estreno de la semana: “Dogman”

¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.

Una parábola de redención, un melodrama cargado con apuntes sociales, un viaje a la mente destruida de un psicópata, un thriller de justicieros urbanos, un alegato con olor a confesional sobre la construcción de una identidad y hasta una fábula animal-friendly. Todo eso, y mucho más, es “Dogman”, un film que se basa muy libremente en un hecho real que el director Luc Besson conoció a través de artículos periodísticos y a la que podrán atribuírsele muchas cosas, pero no la de atarse a las estructuras ni a las situaciones hegemónicas en el cine comercial.

Tampoco debe confundirse con la película homónima que el italiano Matteo Garrone filmó un lustro atrás. Si allí el protagonismo recaía en un humilde peluquero canino, aquí lo hace sobre las espaldas de Douglas Munrow (Caleb Landry Jones), a quien Besson encuentra detenido y prestando testimonio ante una psicóloga (Jojo T. Gibbs), que intenta desentrañar las causas que lo hicieron ser como es.
Porque el muchacho es un auténtico descastado con ínfulas queers y maquillaje facial borroneado, que recuerda al de Joaquin Phoenix en Joker.

Besson propone una multiplicidad de tonos, que abarca desde el humor negro hasta la solemnidad, pasando por el aura ominosa que suelen tener las secuencias donde un desequilibrado mental muestra los hilos internos que lo mueven.

CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️