SUQUIA
¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
El cine italiano siempre es bienvenido por su calidad e historias con las que empatizamos. Después de todo, somos hijos de inmigrantes y eso se nota en las costumbres o historias que se narran.
Con “Colibrí” estamos ante un largo melodrama que gira en torno a un protagonista con un terrible destino. Apodado como el nombre del film, pone toda su energía en quedarse en el mismo lugar, a pesar de los serios avatares de su vida. Un personaje muy bien jugado por Pierfrancesco Favino, enamorado durante toda su vida de su novia adolescente encarnada por Berenice Bejo. Una historia de mujeres aquejadas por problemas de salud mental, que no atinan a sostener su vida entre arrebatos volcánicos y dolores insolubles.
Un protagonista balanceado entre lo ocurrido con su hermana, lo que sucede con su esposa, esos síntomas inquietantes que asoman en su hija y ese lazo platónico y sacrificial con el primer amor. Y en ese recorrido de personaje único, un psicoanalista particular encanado por Nanni Moretti, una curiosidad interesantísima del film.
Se habla de la resignación, de las buenas personas pero también de esos seres desequilibrados y engañosos difíciles de soportar. Dos horas que pesan pero eso no significa que el género no entretenga con una manera de ver la vida desde el martirio y la resignación, más que tener el objetivo de sanar. Para el melodrama se necesitan esos personajes que soportan el peso del mundo sobre sus hombros, sin que nadie se lo pida.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️
