Estreno de la semana: “Ant-Man: Quantumania”

La reciente entrega del mundo Marvel.

Por Flecha Lástrico.

Cómo en cada temporada de cine, la dosis de superhéroes de Marvel no debe faltar. Esta vez llega un éxito asegurado, a pesar de algunas críticas negativas y filtraciones con malicia: “Ant-Man: Quantumania”.

Lo que nos ofrece está nueva aventura es un paseo al reino cuántico, donde como ocurre últimamente interesa mucho menos el argumento y el humor que la catarata de efectos digitales, en un universo donde nunca entra el sol y se extraña el mundo real de las anteriores Ant-Man and The Wasp.

Para el director Peyton Reed y el guionista Jeff Loveness, el objetivo fue mostrar la representación del Quantum Realm con mucho afano al mundo Star Wars. Recuerden la cantina con personajes intergalácticos, aquí con más despliegue y exotismo. Con un comienzo gracioso, donde el personaje de Paul Rudd disfruta de su fama y se banca un chiste que ya se ve en el tráiler de la película, el drama empieza cuando junto a su pareja, su hija y sus padres son absorbidos por el domino de las nubes púrpuras y las extrañas criaturas.

Durante el desarrollo, la dupla protagónica está separada, aunque todos tienen oportunidad de lucimiento eso resiente a la película. Sin embargo, esta producción tiene momentos logrados, que por cuestiones obvias no vamos a spoilear. Igualmente, sólo los muy fanáticos llevan el detalle de los argumentos luego de las 31 películas de la serie y esta tercera del hombre hormiga.

Efectos que a veces alucinan y por ratos empalagan, momentos de humor forzado y un sobresaliente Kang, la gran apuesta de Marvel al futuro, interpretado por Jonathan Mayors. Recordemos que Kang existe en todos los planos de la realidad y los universos paralelos, y aspira a ser un villano en todos ellos. Exiliado en el reino cuántico, tiene planes de destrucción temibles.

Para los fans del MCU, es un entretenimiento familiar que se sostiene gracias al carisma de Paul Rudd y Evangeline Lily, descuidando a los enormes Michael Douglas y Michelle Pfeiffer, en un guión sin relevancia. En fin, una transición sin onda, para lo que será la fase 5 de este multiverso interminable.

CALIFICACIÓN: ↗️↗️