¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
La leyenda del cine italiano, Marco Bellocchio, vital y creativo a sus 84 años, nos brinda en “La conversión” una reflexión sobre la locura del poder, la transformación de Italia en un país unificado y la crueldad con la que se manejaba en esa época la iglesia católica.
Se basó en un terrible caso real. En 1857, en Bologna, un matrimonio de burgueses judíos con ocho hijos recibe a la policía que los notifica de una denuncia del obispo. Su hijo Edgardo Mortara, de seis años, fue bautizado en secreto por una criada y debe ser llevado de inmediato a un seminario en Roma, dedicado a los conversos.
Un seminario directamente supervisado por el Papa Pio IX. Por eso el nombre original de la película es “Rapito”, que significa rapto. Y allí comienza una verdadera odisea para esos padres, que recurrirán a cada contacto y a cada recurso legal para recuperar al pequeño. Un chico que se debate entre las enseñanzas religiosa familiares y la nueva fe que provoca confusión y miedo, mas aún cuando se transforma en el preferido del Papa.
En esta realización, de forma operística y ampulosa subrayada por la música, el director expone lo íntimo y lo religioso, los vericuetos políticos y judiciales, pero también la tozudez y arbitrariedad de obispos y del propio Papa, que le proponen a los Mortara una solución despiadada: que toda la familia se convierta, así podrán estar junto al pequeño Edgardo. Una película para no perderse.
CALIFICACION: ↗️↗️↗️↗️