La organización de fútbol se sumó a las sanciones del país soviético por la invasión a Ucrania.
La FIFA suspendió hoy a Rusia hasta nuevo aviso en toda competencia internacional a nivel selecciones y clubes de fútbol, lo que determina su eliminación del próximo Mundial Qatar 2022, sin jugar la instancia de repechaje que tenía programada.
De acuerdo con un comunicado en la página oficial de la FIFA, el Bureau del Consejo del que regula el fútbol mundial y el Comité Ejecutivo de la UEFA resolvieron de “forma conjunta” que todos los equipos rusos “ya sean equipos representativos nacionales o equipos de clubes”, sean suspendidos de participar en competiciones internacionales.
“El fútbol está totalmente unido aquí y en total solidaridad con todas las personas afectadas en Ucrania. Ambos presidentes esperan que la situación en Ucrania mejore significativa y rápidamente para que el fútbol pueda volver a ser un vector de unidad y paz entre las personas”, indica el breve comunicado.
Rusia debía jugar el 24 de marzo ante Polonia el primer duelo de repechaje camino a Qatar 2022 y enfrentar al ganador de Suecia o República Checa, en caso de continuar en dicha instancia.
Las federaciones de los tres países dieron a conocer su negativa de enfrentar al país que organizó el Mundial de 2018.
La decisión de la FIFA y la UEFA también abarca al seleccionado ruso femenino, que no podrá disputar la Eurocopa en Inglaterra, en julio próximo, y a Spartak de Moscú, último club ruso en competiciones europeas esta temporada, queda excluido de la Liga de Europa, en la previa de los octavos de final ante Leipzig de Alemania.
El domingo pasado, la FIFA decidió ante las recomendaciones del Comité Olímpico Internacional (COI) una serie de prohibiciones a Rusia: no disputar ninguna competición internacional en su territorio, sólo en cancha neutral y sin espectadores; competir bajo la denominación “Federación Rusa de Fútbol”; y no utilizar bandera ni himno durante los partidos.
Desde el primer día del conflicto bélico, el titular de la FIFA, Gianni Infantino, expresó su “preocupación” y la UEFA inició una serie de sanciones como la quita de la sede de la final de la Liga de Campeones de Europa, cuya programación original debía realizarse en San Petersburgo, el 28 de mayo, y fue trasladada a París.