Este índice aumentó 7 puntos desde la última medición antes de la pandemia.
Según un informe de Social Mood elaborado en junio de 2022 por Fernando Moiguer, CEO de Moiguer Compañía de Estrategia, 4 de cada 10 argentinos declara no haber realizado consumos suntuarios como salidas, compra de indumentaria o electrónicos en el último mes. Peor aún, la mitad dice haber incumplido o haberse retrasado en el pago de servicios/impuestos (nivel alto 35%, clase media 43% y clase baja 56%).
Además, en la muestra realizada en mayo, 7 de cada 10 encuestados afirmaron que habían tenido que recortar sus gastos de forma significativa en el último mes. De ellos, el 68 por ciento modificó la forma de adquirir productos para el hogar, el 42 dejó de comprar carnes o gaseosas, el 37 decidió no salir más a comer afuera, el 15 resignó el gimnasio o el club, el 10 se vio impedido de pagar cuotas pendientes, el 7 dio de baja la prepaga y el 3 cambió a sus hijos a un colegio público, entre otros ajustes.
¿Qué pasa en Córdoba?
“Respecto de cómo llegan los cordobeses a fin de mes, la última encuesta nos indica que el 42 por ciento de los cordobeses no llega a cubrir todos los costos mensuales familiares. Este dato, antes de la pandemia, era del 35 por ciento. Esto refleja el deterioro que ha sufrido la economía de la provincia“, aseguró Luis Dall Aglio, director de la Consultora Delfos (Opinión Pública e Investigación de Mercado).
Luego, agregó: “El 52 por ciento de los encuestados aseguró que llega con lo justo a cubrir los gastos con sus ingresos y sólo 6 de cada 100 indicaron que con lo que les ingresa cubren los costos mensuales y pueden ahorrar“.
“La pandemia ha modificado muchos parámetros, principalmente con lo que tiene que ver con los niveles de hartazgo y tolerancia. Durante este tiempo, la población hizo un sacrificio muy grande: estuvo encerrada, no pudo abrir su comercio, en muchos casos perdió el trabajo, no pudo despedir a sus seres queridos, etc. Y hoy se encuentra con un sistema, en todos los órdenes, que no está a la altura ni tiene la empatía que demanda la sociedad a partir del sacrificio que hizo“, sentenció Dall Aglio.
También indicó que “esto pone a la sociedad en un plano de rebeldía, pero esto no implica que la gente vaya a salir a romper vidrieras, porque si algo comprendió la clase media argentina que cuando eso ocurre, los que más pierden son ellos“. “Puede ocurrir algo más cercano al 2001, con ese ruido silencioso de los cacerolazos, que sin consignas sonaron más fuerte que las pedradas“, cerró.