La policía de desarticuló este lunes por la madrugada una fiesta clandestina que contaba con la presencia de unas 400 personas.
La reunión social no autorizada se realizaba en un domicilio del barrio Las Flores, a donde los efectivos llegaron tras denuncias de vecinos, por lo que al constatar el hecho se procedió a suspender el festejo y al desalojo del lugar.
Además, se labró el acta correspondiente al organizador, que deberá pagar una multa superior al millón de pesos, según lo establecido como sanción para esos acontecimientos.