El denominado “sistema de burbujas” con el que se espera que regresen los tan entrañables bailes populares no implica la instalación de cápsulas espaciales en los predios donde se realizan estos espectáculos, ya que el nombre es sólo una forma de mencionar a la especie de corralitos que se instalarán en caso de aprobarse.
El empresario del sector Mauricio Farías explicó que “las denominadas burbujas son en realidad una especie de palcos, de 20 metros cuadrados, a los que ingresarán sólo grupos que tengan relación entre sí, ya sean barras de amigos o familiares”.
“Estos espacios estarán separados a su vez por pasillos de dos metros de ancho y, para que no salgan los bailarines de allí, cada uno de los sectores serán atendidos por mozos especialmente preparados y con todas las medidas de seguridad que exige el distanciamiento social”, detalló Farías.
El empresario admite que “el segmento de los espectáculos públicos es el más postergado a nivel global” y que “la mayoría de los que trabajan en el sector entienden que no pueden exigir un regreso inmediato cuando todavía ni siquiera se abrieron las escuelas”.
No obstante, Mauricio Farías consideró que el sistema de burbujas es un protocolo sugerido por las autoridades, apenas un boceto, pero tiene viabilidad y “si hoy estamos en cero, se trata del paso 0,1 para salir de esta situación”.
“La idea de la burbuja se impone por sobre otros conceptos porque, por ejemplo, en los bailes no aplica el criterio de porcentaje que tienen otros lugares públicos, ya que aunque se disponga que apenas el 20 por ciento del espacio se pueda ocupar, todos los bailarines se amontonarían lo mismo junto al escenario”, explicó Farías.