El sacerdote de la Pastoral Social, Munir Braco, habló con la Súper Mañana de Suquía.
Ante la posibilidad que se baje la edad de imputabilidad de los menores en Argentina, algo en lo que el Gobierno nacional asegura estar trabajando, la Iglesia Católica decidió tomar partido y expresar su postura.
El sacerdote de la Pastoral Social, Munir Braco, habló con la Súper Mañana de Suquía y dijo: “Es un mensaje compartido entre la vicaria de los pobres, la pastoral, la vicaria de los jóvenes y la pastoral social, que pretende ser un aporte a la reflexión; y esto no es menor, porque frente a la discusión nosotros hacemos un aporte desde nuestro lugar, desde lo que nosotros vemos y desde lo que pensamos“.
“Queremos hacernos unas preguntas y compartir con quienes quieran leer el mensaje sobre un tema sumamente complejo, que a nosotros nos parece que hay que abordarlo con profundidad y de manera estructural, si se quiere solucionar de verdad un problema tan delicado y tan grave; porque somos testigos del dolor que sufrimos como sociedad frente a los delitos y cuando hay menores incluidos“, agregó.
Luego, amplió: “En nuestras comunidades, mucha gente es víctima de menores que le roban una cartera, una billetera, una goma, le rompen el auto o muchas veces le meten un puntazo. Son nuestra gente y muchas veces nuestras familias, entonces es una realidad sumamente dolorosa y que a ninguno le gusta que esto suceda, porque nos hace mal a todos“.
“Entonces, esto tiene que ser abordado pensando en la sociedad y en las víctimas. Ahora bien, la pregunta de fondo que nos hacemos para buscar una solución es si penalizar o bajar la edad es una solución seria, profunda y de raíz. Nosotros creemos que no, y que mejor es prevenir. Y a la hora de prevenir es importante preguntarse por las causas, por qué nos está pasando esto, qué lleva a que un menor caiga en la delincuencia y qué le pasa en su casa, en su familia, en la sociedad y en el contexto“, indicó Braco.
El sacerdote continuó: “Los chicos que delinquen no son un meteorito caído de arriba. Tienen conexiones y viven en contextos socioeconómicos que los atraviesan y todo afecta. Entonces, está bueno dar el debate y buscar una solución. Nosotros creemos que no pasa por bajar la edad de imputabilidad, sino por ir a cuestiones mucho más profundas en donde se involucre al Estado, a la sociedad, a las instituciones, a la familia y a todos“.
“Vivimos muchas cosas: la sociedad, la droga, el deterioro social, la pobreza y que muchos chicos están solos. Hay un altísimo índice de suicidio del cual mucho no se habla en Argentina, y muchos son menores. Hay muchísimas causas a las que atender para abordar en serio un problema tan grave como es la delincuencia infantil o juvenil“, sentenció el representante de la Iglesia Católica.
Luego, sentenció: “Debemos meternos de raíz para solucionar el problema. Porque supongamos que mañana se aprueba la ley, salen a buscar y detienen a mil chicos. ¿En dónde los meten? ¿Van a la cárcel con los adultos? ¿A dónde van para que no salgan peor de lo que entraron? Entonces, la pregunta es: ¿Más cárceles o más escuelas y clubes? ¿Más pabellones carcelarios o más aulas? ¿Más guardia cárceles o más docentes bien pagos? Quizá hacen falta las dos cosas“.
“A esos jóvenes hay que darles una verdadera salida, un proyecto de vida. Hay que conectarlo con la esperanza, con algo que le haga bien y que le pueda hacer encontrar el verdadero sentido de la vida“, cerró.