El 30% de los trabajadores de Aguas Cordobesas se sumaron este año al programa de voluntariado, que alcanzó a una decena de organizaciones de la ciudad.
Cada 5 de diciembre, se celebra el Día Internacional del Voluntariado para el Desarrollo Económico y Social, tras ser decretado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1985.
Se trata de una expresión de solidaridad que implica compromiso con las necesidades existentes y los objetivos colectivos. En contextos tan complejos, como los que atraviesa nuestro país, las organizaciones solidarias cobran vital importancia para encauzar la participación activa, voluntaria y solidaria de las personas.
Entendiendo esta realidad, la empresa Aguas Cordobesas renovó este año su programa de voluntariado. El 30% de los colaboradores de la compañía participaron activamente en diferentes instituciones de beneficencia: Casa Ronald, Banco de Alimentos, LaQuadra, Bosque Nativo y Junior Achievement (Embajadores del Agua).
Experiencia Casa Ronald
Eugenia es una de las trabajadoras de Casa Ronald que estuvo en contacto con los voluntarios y aprovechó la efeméride para agradecerles: “Queremos saludarlos a todos en su día y reflexionar en torno a este año maravilloso de acompañamiento”.
“Los voluntarios representan el pilar fundamental que tiene nuestra organización en el desarrollo de su misión de acompañar a las familias a través de sus programas. Sin ellos, se dificulta llevar adelante la misión de la Casa, que funciona las 24 horas, los 365 días del año”, agregó.
Eugenia destacó que los participantes les permiten profundizar el impacto, eficientizar procesos, fortalecer la organización, sensibilizar y lograr mayores embajadores de la causa y visibilizar el trabajo.
“Cabe resaltar la calidez y la calidad humana de todos los voluntarios de Aguas Cordobesas que nos visitan en nuestros programas. Además de su compromiso, dedicación, tiempo amoroso y la alianza que nos permite con la empresa. Las jornadas de voluntariado son una clara muestra de que compartimos valores y de que entre todos podemos mejorar la calidad de vida de los niños y las familias que pasan por nuestra Casa”, cerró.
En primera persona
Ana Salomón es una de las colaboradoras de Aguas Cordobesas que se sumó al programa y destacó: “Me encanta el voluntariado, porque sostengo que son pequeñas acciones que se pueden convertir en cambios importantes en quien las recibe”.
Luego, agregó: “Por ejemplo, enseñarle a una nena o a un nene de 10 años cómo cuidar el agua puede ser una pequeña acción que ayude a que esos chicos a futuro sean adultos responsables con nuestros recursos”.
Un año más, Aguas Cordobesas apuesta a formar colaboradores comprometidos con el agua y con la sociedad cordobesa.
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