¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
El debut como directora de Dolores Fonzi en “Blondi” no podía ser más auspicioso. Había mucha expectativa para la talentosa protagonista, realizadora y coautora del guión, que compartió con Laura Paredes. Esto teniendo en cuenta que trabajo con los mejores realizadores y que es pareja de Santiago Mitre, lo que le da un plus de cómo encarar su primer proyecto.
Es una comedia entrañable, que toca los temas más serios, la emoción auténtica y la claridad de ideas, sin nunca perder el tono, el timming y la suave y seductora cadencia del palpitar de la vida, pero sin soslayar dolores, soledades o conflictos. Un verdadero hallazgo.
Para la protagonista, su hermana y su madre, la mirada es auténtica: mujeres que están o estuvieron a cargo de hijos, casi exclusivamente (donde los hombres suelen estar excusados de tal obligación), que se permiten sincerarse, decir lo que sienten profundamente y afrontar lo que les sale, pero sin ser nunca juzgadas.
Los movimientos internos de una familia muy especial, con aspiraciones y modelos distintos, con mujeres que le escapan al borde del ataque de nervios, que hacen lo que pueden, lo que se puede con respecto a sus hijos y sus vínculos, con una verdad envidiable y claridad ideológica.
Las actuaciones son un acierto: Rita Cortese (maravillosa), Carla Peterson y Leo Sbaraglia en momentos únicos. Toto Rovito, una verdadera revelación. Hay tiempo para las sonrisas, el agrado, la sorpresa. Las lágrimas y las confesiones llegan limpiamente.
La protagonista es abordada por una mezcla de vocación de servicio y madurez tardía. Una mujer que en algunos momentos parece anclada en una adolescencia interrumpida, pero tiene la emotividad y el resto generoso para su entorno y para sí misma. No son necesarias las redenciones heroicas y los perdones sublimes, solo se trata de vivir, esa es la historia…
No se pierda el placer de ver esta película en pantalla grande.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️↗️