¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
Varias generaciones crecieron con el juego de Súper Mario Bros. Fue innovador, adictivo y de antelación a las tecnologías que vendrían más adelante.
Ahora llega una película animada realizada por los directores Aaron Horvath y Michael Jalenic, que viene a borrar la olvidable adaptación de acción real de 1993. Aquí la opción con colores “vivos” es apostar por la acción frenética y no abandonarla jamás con la intención de parecerse al ritmo del juego icónico. Además de esparcir sorpresas que solo los muy fanáticos festejan. El resultado es un producto pensado para un público juvenil e infantil que solo atraerá adultos acompañantes, frikis o nostálgicos.
La trama pergeñada por Matthew Fogel inicia con una historia de origen, cuando Mario y su hermano Luigi ponen una empresa por su cuenta. Después de una divertida tarea de reparación con un perro vengativo, los dos se sumergen en el delirio. Mario aterriza en el Reino Champiñon y se aliará con su princesa, de armas tomar, en contra de un villano monstruoso. En sus garras cae Luigi y es su ambición conquistarlo todo, incluso a la heroína con coronita.
Acción para regalar en una titánica batalla con muy buena banda sonora y un pasatiempo cortito que es tan atrapante como el juego y te deja sin muchos momentos para procesar lo que estás viendo y disfrutes de una producción pochoclera, que los gamers disfrutarán a raudales.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️