Los damnificados fueron más de 400.
Bronca e impotencia es poco. Eso, fue lo que sintieron unos 400 argentinos que este jueves se llegaron al monumental con la ilusión de ver al campeón del mundo y se dieron con que las entradas que habían adquirido eran falsas.
Los damnificados -en su mayoría- provenían de Río Negro, Tandil y Mendoza. Mientras algunos ya habían logrado ingresar al estadio y otros mantenían intensas discusiones a las afueras, la policía fue desalojando de a poco a quienes tenían entradas apócrifas. Todos habían pagado gran cantidad de dinero (algunos hasta 200 mil pesos) y se percataron de la estafa a minutos de que empezara el partido.
Daba pena ver a los niños llorando de angustia y frustración por no poder ver a sus ídolos. Nadie les dió una respuesta, solo que no podían ingresar. Por su parte, la policía reforzó la seguridad del predio debido a que varias personas seguían intentando vender entradas truchas en las inmediaciones.
Algunos de los damnificados, habían adquirido supuestos paquetes que incluían el pasaje de vuelta sus hogares. Imperdonable…