Fernando Braga, aficionado de la fotografía, capturó la imagen desde la vista privilegiada de su balcón.
La tormenta eléctrica que se desató sobre el cielo de Río de Janeiro en la noche del viernes dejó una impresionante imagen que se viralizó en las redes sociales: el momento preciso en el que un rayo impactó en la cabeza del Cristo Redentor de Brasil durante esa madrugada.
La estructura, que se encuentra en la cima del Cerro del Corcovado, a 700 metros sobre el mar, puede verse desde gran parte de la ciudad más populosa del país vecino, pero sobre todo desde la casa del Fernando Braga, aficionado de la fotografía, que capturó la imagen que rápidamente se hizo viral desde la vista privilegiada de su balcón.
“¡Rayo Divino!”, comentó en sus redes sociales junto al video en el que se ve la chispa en la cabeza del Cristo de 30 metros de altura –sobre un pedestal de ocho metros– y otro rayo que impactó en “su vecino, el Sumaré Antenas”.
Según indicó el usuario, que previamente ya se había hecho conocido por otra foto del Cristo Redentor con los brazos abiertos y la luna de fondo, esta nueva obra le llevó un año y 600 fotos para lograr el registro del momento en el que la descarga eléctrica cayó en el pararrayos ubicado en la parte más alta del monumento de hormigón.
En declaraciones a la prensa local, Braga contó que en esta ocasión estuvo con la cámara durante tres horas hasta conseguirlo. “Imparable. Nunca desistir. Montones y montones de intentos frustrados de atrapar el rayo que cae sobre Cristo. Pasaron muchas lluvias y días“, comentó en su publicación en Instagram.
Sin embargo, para el autor de la pieza, la fotografía es solo un pasatiempo. “Empecé cuando nacieron mis hijas hace diez años. Compré una máquina para tomarles fotos. Hoy ya no quieren ni ser fotografiadas. No me considero fotógrafo, creo que para eso hace falta vena artística y creatividad, que no es lo mío”, reveló ante CNN.
En tanto, la Iglesia Católica, que administra el monumento, envió un equipo para inspeccionar la estructura, que no habría sufrido daños, ya que cuenta con varios pararrayos sobre la cabeza y el brazo para evitar riesgos para los visitantes y daños al monumento.