Raúl Bocalón habló en exclusiva con la Súper Mañana de la Suquía.
El asesino Roberto José Carmona, quien en 1986 mató a la adolescente Gabriela Ceppi, protagonizó un fallido y trágico intento de fuga en la ciudad de Córdoba, cuando se encontraba escoltado por seis miembros del Servicio Penitenciario de Chacho, provincia donde cumple su condena perpetua, en una visita transitoria a su esposa que un juez le autorizó realizar durante 72 horas cada cuatro meses.
El criminal, de 59 años, se encontraba en calle Formosa de barrio Las Violetas, cuando a mitad del partido entre Argentina y Croacia por las semifinales del Mundial de Qatar 2022 decidió escapar de la custodia policial. En ese trayecto, tomó un taxi, apuñaló al chofer identificado como Javier Rodrigo Bocalón (44), le ordenó ubicarse en el asiento del acompañante, se hizo del volante y comenzó su raid.
Según la reconstrucción de los hechos, en la calle Félix Paz Carmona perdió el control del vehículo, que zigzagueó y chocó a toda velocidad contra un poste de luz, secuencia que quedó filmada por los domos de la policía. El taxista falleció, pero no habría sido como consecuencia del impacto, sino de haber sido degollado antes.
El dolor de un padre
“Uno tiene la impotencia y sobre todo cree que es algo que se podría haber evitado. En la calle estamos en riesgo todo el tiempo, pero que a una lacra de este tipo la dejen salir, la acompañen 1.000 kilómetros para visitar un pariente y se les escape realmente es de una película de ficción“, expresó muy conmocionado Raúl, padre del taxista asesinado, en comunicación exclusiva con la Súper Mañana de la Suquía.
Luego, agregó: “El tema es el dolor de un duelo que me va a durar toda la vida. Mi indignación es el corporativismo en la Policía, la Justicia y la política. Salen todos a cubrirse. La Policía me asegura que no sabía que venía Carmona a Córdoba, como para mandarle dos o tres móviles que lo siguiera“.
“Yo tengo dos hijos, uno sale a la mañana y otro a la tarde. Él salió y yo le dije que trabajara hasta la hora del partido. Tenemos que salir día a día a hacer una moneda. Vino cuando empezó el partido y a mitad del primer tiempo volvió a salir. Yo pensé que se había ido al club a verlo con los muchachos“, relató el hombre.
Raúl contó: “Una sobrina vio el choque y se dio cuenta por la chapa que era nuestro auto. Le avisó a otro sobrino, que se llegó al lugar y confirmó que sí era. Él me llamó y cuando llegué al lugar me encontré con semejante noticia“.
“Lo indignante de todo esto es que se podría haber evitado y que no va a haber culpables. Porque acá los poderosos y las lacras de abajo tienen impunidad. Este tipo hace 200 años que está en cana y tiene fondos para moverse de acá para allá. ¿Cómo se puede escapar de los cuatro o cinco policías que venían con él? ¿Qué estaban haciendo?“, se lamentó el padre del taxista.
“Javier estaba casado y tenía dos hijas, de 19 y 21 años. Viven en San Antonio de Arredondo, pero todavía no saben porque no sabemos cómo comunicarles“, cerró.
El desenlace
Inmediatamente después del choque, Carmona cruzó la calle Santa Ana, ingresó a la playa de estacionamiento de un hipermercado, amenazó a punta de arma blanca a una pareja y les robó el automóvil. Con ese vehículo, atravesó gran parte de la ciudad y se dirigió hasta el CPC de Villa El Libertador, donde abandonó el rodado.
Desde ahí, regresó hasta casi la misma zona donde murió el taxista. No está claro si robó un segundo auto o si aprovechó que había dos motociclistas festejando el triunfo de Argentina y se subió con ellos.
Los investigadores creen que se desorientó y se encontró con una ciudad mucho más grande de la que él recordaba, por lo que no pudo llegar a la casa de un viejo contacto que tuvo en la ex cárcel de San Martín.
Para entonces, su fotografía ya se estaba viralizando en todos los teléfonos celulares de la Policía y, pasadas las 18.30, un agente de las brigadas civiles lo vio caminando en la calle Almirante Brown, en barrio Los Naranjos. El uniformado se le fue encima y, con ayuda de otros policías, logró detenerlo. Cuando le abrieron el bolso, encontraron que llevaba los dos puñales con los que atacó al taxista ensangrentados.