Miguel Laciar dijo que no se trató de un caso de “gatillo fácil”, sino de “violencia institucional”.
“Lo que yo estoy viviendo es muy fuerte, muy duro, un hecho atroz e inhumano. No porque lo leí en un diario o me lo dijo alguien, porque los propios participantes, incluso los abogados de los policías, hablan así“, comenzó diciendo Miguel Ángel Laciar, abuelo de Blas Correa, quien declaró este miércoles en el juicio por el asesinato del joven en manos de la Policía de Córdoba.
“Cuando estaba frente al Juez me vinieron las palabras de un gran amigo, que me dijo que a mi nieto lo mataron tres veces. Cuando venía en el auto lo balearon por la espalda inhumanamente. Cuando los amigos lo quieren auxiliar buscaron la clínica más cercana, lo bajan del auto, estaba con vida y no lo ayudan. Cuando vuelven a subir al auto, hacen unas cuadras y de nuevo los policías los frenan, no los dejan avanzar y ni siquiera lo vieron a pesar de que los amigos les dijeron lo que estaba pasando“, relató.
Luego, aseguró: “Yo al video no lo había visto nunca, por eso le dije al juez que esto estaba aceitado y organizado. En vez de salir a buscar el auto y alcanzarlo, se fueron a ver cómo escondían los tiros que habían tirado“.
“A los 19 minutos, la misma que plantó el arma estaba en su teléfono diciéndole a su pareja ‘no sabés lo que te estás perdiendo, mi amor’. ¿Qué se estaba perdiendo? Después declaró que no sabía que Blas había muerto. ¿Pero qué se estaba perdiendo su pareja?“, dijo.
El abuelo de Blas relató: “En menos de 5 minutos, había más de 25 policías rodeando el auto con mi nieto agonizando adentro, porque estaba vivo. La ambulancia llegó varios minutos después. Entonces, ¿quién determinó que estaba muerto? ¿un policía?“
“Esto va más allá de un gatillo fácil, por eso me juramenté que hasta el último día de mi vida voy a poner mi granito de arena. Sin luchas y sin armas. Estamos en democracia, con altura y con respeto vamos a tener que ir hasta las últimas consecuencias. Caiga quien caiga. No fueron dos policías, es una organización“, sentenció Miguel.
Consultado sobre si tiene miedo de que le pase algo, dijo: “Yo se a lo que me estoy enfrentando, pero tengo la valentía de decir que no tengo miedo. No lo tenemos. En lo personal, de 10 personas 9 me dicen ‘cuidate’ y eso no me asusta. Pero me da a pensar a que me lo dicen porque piensan que me puede pasar algo“.
“Esto no fue gatillo fácil, esto fue violencia institucional porque intervino el Ministro y el Gobernador“, cerró.