El reconocido economista habló con Jorge Cuadrado en la Súper Mañana de la Suquía y dejó su opinión sobre la situación económica y política del país.
Daniel Marx es un reconocido economista argentino que fue director del Banco Central de la República Argentina durante la presidencia de Raúl Alfonsín y Representante Financiero Especial y Jefe Negociador de la deuda externa argentina de 1989 a 1993. Habló con Jorge Cuadrado en la Súper Mañana de la Suquía y dejó su opinión sobre la situación económica y política del país.
¿Cómo analizamos la Argentina? ¿Con optimismo o con pesimismo?
Tratemos de que sea con realismo. Estamos con un problema que se viene arrastrando desde hace muchos años. Tenemos una tasa de inflación persistente y, últimamente, creciente. Y esto erosiona ingresos. No hay crecimiento, también como tendencia, si uno mira los últimos 10 años. Son rebotes y caídas, pero la producción y los ingresos del país no terminan del crecer y la población si, y eso genera insatisfacciones.
Tenemos que ver de solucionar los problemas. Ahora tenemos una ola de pesimismo en algunos sectores. Hay tipos de cambio, por ejemplo los alternativos al oficial, que denotan una devaluación muy grande del peso. Algunos dicen que es un piso para recuperar, si es que atendemos los problemas que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo.
¿Es lógico pensar que Massa puede cambiar el rumbo económico del gobierno?
Hay influencia de las personas, particularmente en la Argentina, donde las instituciones no son muy fuertes. Pero nos gustaría construir instituciones más fuertes y en algunas persistencias, en rumbo, hay reglas de juego que solucionan o mejoren las circunstancias en donde hemos tenido estos altibajos que decíamos.
¿Cuánto daño le hace al país que afuera se enteren de tantos cambios?
Yo creo que hay un grado de escepticismo muy grande, tanto adentro como afuera. Además, en un mundo tan comunicado como el actual, cualquier cosa que sucede acá inmediatamente se enteran afuera y viceversa. Entonces, algunos del extranjero tratan de leer lo que aparece detrás de las noticias.
Un indicador es el humor local. Si este mejora, ellos tienen alguna razón para ser más optimistas. Pero la guía en este mundo tan comunicado es observar qué hacen los locales, antes de lo que hacen los extranjeros.
Los de afuera influyen, sin duda, mucho al contexto. Y estos cambios tan fuertes en la Argentina, con crisis que aparecen más fuerte que antes, hacen que el país no sea el foco de atención en este momento, en un mundo que está bastante complicado y que hay cuestiones en juego que se estiman superiores a las que pasan acá.
Si nosotros garantizáramos seguridad jurídica por un tiempo prolongado, ¿se puede incrementar la inversión extranjera en el país?
Es una condición que ayuda mucho, pero no sólo para la inversión extranjera, sino también para la local.
Dicen que tenemos 400 mil millones de dólares guardados: ¿Hay alguna manera de que ese dinero se vuelque al sistema productivo?
Hay una parte que ya está volcada, pero no hay buenas estadísticas. Muchos de los que tienen cuentas en el extranjero usan el dinero para invertirlo en algo, y ese algo muchas veces son títulos de empresas argentinas. Bonos, acciones o títulos públicos. También hay dólares de otros invertidos en el país.
¿Se puede conseguir que se vuelque más? Desde luego, pero tenemos que crear las condiciones.