Ocurrió en Río Gallegos y el hombre ya llevó el caso a la Justicia para cobrar su premio.
Para Antonio la suerte y desgracia llegó el mismo día, cuando -al igual que otras tantas veces- fue a jugar al tragamonedas de un casino en Río Gallegos.
Fue el día 7 de julio. Tras apostar unos 14 mil pesos, la máquina lo signó ganador de un premio impensado: 100 millones de pesos.
Rápidamente todos se voltearon a felicitarlo, aunque la alegría de este obrero de la construcción no duraría mucho. “Se acercó uno de los chicos que estaba en el salón y me dijo que iba a llamar a la jefa de sala. Ella llega y al ver la máquina me dice ‘no es válido’ y la apaga”, contó el nuevo millonario a un medio santacruceño.
Por supuesto Antonio necesitaba mayores explicaciones y reclamó su premio. “Está mujer me maltrataba verbalmente y me dijo que yo era un deshonesto por querer cobrar esa plata, ya que según ella la máquina tenía un mal funcionamiento”, añadió.
Ante la negativa constante de las autoridades del Casino, el hombre fue a la Justicia, patrocinado por sus abogados. “Vamos a abrir una instancia de mediación previa a invitar acciones judiciales. Mi cliente es una persona honesta, trabajadora como cualquier otra que fue a pasar un rato de distracción y salió ganador. Solo está reclamado lo que es suyo”, explicó el abogado Gustavo Insaurralde.