La menor se había ahogado con comida y tenía las vías aéreas obstruidas.
Una bombera cordobesa salvó la vida de una beba de tan solo un año que se estaba ahogando con comida. El hecho ocurrió este martes en un cuartel de Río Segundo, a donde acudió su madre desesperada con su niña en brazos.
Afortunadamente la mujer se encontró en la puerta Hebe Guzmán, una histórica bombera de esa región que actuó como una verdadera heroína. Inmediatamente, la agente notó lo que estaba pasando, tomó a la nena, la colocó en su antebrazo boca abajo y comenzó a aplicarle la maniobra de Heimlich, con pequeños golpes entre los omóplatos.
Al cabo de algunos golpes, la pequeña expulsó la galleta con la que se había atragantado y volvió a respirar. “Apenas abrimos la puerta, la vi y actué. Al tercer golpe sentí que había caído saliva en mis manos así que ahí yo ya sabía que había escupido lo que tenía en la boca. Seguido a eso, la nena gritó así que ahí nomás se la entregué a mi compañero para que siga con ella y ocuparme yo de su mamá”, señaló Hebe en diálogo con Arriba Córdoba.
En este sentido, la mujer contó que cuando la nena lloró, se dedicó a “contener a la madre que estaba en una situación de estrés.