Falleció Eduardo “El Gato” Romero, exgolfista e intendente de Villa Allende

Este domingo, mediante un comunicado, la Municipalidad de Villa Allende informó el fallecimiento de su autoridad máxima.

Eduardo “El Gato” Romero, falleció este domingo luego de algunas emanas atrás pedir licencia por su estado de salud. En una carta había anunciado que se encontraba realizando un tratamiento.

En aquel escrito detallaron que la decisión fue tomada junto a su equipo y familia para poder enfocarse y darle prioridad a su salud. “Hoy me obliga a darles una noticia que nunca imaginé y para la que nunca me preparé” explicaba.

“Tuve la suerte de recorrer el mundo, y quiero decirles que para mí, como Villa Allende no hay ni habrá. Aquí me crié, de la Villa fui, soy y seguiré siendo”.

El comunicado de la Municipalidad de Villa Allende confirmó que el exgolfista murió a los 67 años y lo despidió con una sentidas palabras.

Comunicado completo

Con profundo dolor, la Municipalidad de Villa Allende informa que a los 67 años acaba de fallecer
el Intendente Eduardo Romero, para nosotros y para el mundo, “El Gato”. Eduardo Romero fue
sin lugar a dudas uno de los vecinos más destacados y reconocidos de la ciudad, que nos
representó a lo largo y lo ancho del mundo a través de su carrera deportiva como golfista, pero
sobre todo como un vecino ilustre, que incluso hace unos años aceptó y se embarcó en su último
desafío, ser Intendente de la ciudad que lo vio desarrollarse y crecer, como deportista y como
persona. Nacido y criado en barrio El Cóndor, como le gustaba decir a él, “El Gato” influyó e
impactó en la vida de miles de personas de Villa Allende, Argentina y el mundo, desde Francia a
Estados Unidos, país que lo vio consagrarse y llegar a la cumbre del golf al ganar el US Open
Senior, la máxima gesta de su carrera. Junto con Roberto De Vicenzo y Ángel Cabrera fue uno de
los mejores golfistas de la historia de nuestro país. Nació en Villa Allende, el 17 de julio de 1954,
lugar al que siempre regresó después de sus largas giras por el mundo. En 1978 se casó con
Adriana García, su mujer hasta el final de sus días y el amor de su vida, con quien tuvo una hija,
Dolores. Su nieto “Eduardito”, Adriana y “Dolly” fueron los amores de su vida.


A los 29 años comenzó su carrera como jugador profesional de golf. Jugó en el Tour de las
Américas y el Tour Sudamericano antes de pasar a jugar el European Tour y el PGA Tour, los
circuitos más grandes y prestigiosos del mundo. Durante su trayectoria, ganó más de 80 torneos
en todo el circuito, representó a Argentina en la Copa del Mundo y ascendió hasta el puesto 19
en el ranking mundial. 2002 fue su año más exitoso, con un quinto puesto en la Orden de Mérito.

En el circuito de mayores, fue segundo en su primer torneo sénior, el Abierto Británico Senior. En
2005 ganó su primer título sénior en el European Seniors Tour y sus primeros majors
consecutivos, en 2005 y 2006. En 2006 obtuvo su primera victoria en el Champions Tour. En
2008, finalmente, llegó a la cúspide cuando ganó el U.S Senior Open, su segundo major en el
Broadmor Country Club en Colorado Springs. En el año 2000 recibió el Premio Konex de Platino
como el mejor golfista de la década 1990-1999 y en 1990 y 2010 recibió el Premio KonexDiploma al Mérito como uno de los cinco mejores golfistas de la década en Argentina.

A pesar de sus logros y sus metas alcanzadas como deportista, la vida tenía reservado algo más
para él, nada menos que su sueño: ser Intendente de la ciudad que amó, Villa Allende. Así fue
que en 2015 resultó electo intendente de la ciudad por una abrumadora cantidad de votos,
cargo que ejerció hasta el final de su mandato en 2019. En abril de ese año se presentó a la
reelección y volvió a ganar, hasta que el 2 de febrero de 2022 y por graves motivos de salud, con
mucho pesar decidió pedir licencia en la intendencia, argumentando no poder continuar
ejerciendo el cargo al servicio de la comunidad.

Con lágrimas en los ojos, hoy despedimos a uno de los más grandes golfistas que tuvo nuestro
país y al más importante de nuestra ciudad, despedimos al intendente de la Villa, al padre y
esposo, pero sobre todo, despedimos a ese vecino especial de perfil bajo, sencillo y humilde,
gran contador de chistes y también serio cuando tenía que serlo, a ese “Gato” carismático y con
empatía, al que disfrutaba de comerse un puchero en lo de Seculini pero también con su equipo,
en algún restaurante por ahí, al que amaba caminar tranquilo por la ciudad y estar en la
compañía de sus perros en la tranquilidad de su hogar. Despedimos a un vecino más que sin
embargo quedará por siempre marcado a fuego en nuestra memoria y nuestros corazones.

La familia de empleados municipales, tu equipo de gestión, tu familia y amigos, te vamos a
extrañar mucho, Gato.