En tiempos de pocos oficios, Adriana es plomera hace seis años y no para de trabajar

“La gringa” contó la clave de su éxito en la Súper Mañana de la Suquía.

En tiempos en los que es común escuchar a la gente quejarse que no consigue carpinteros, plomeros, albañiles, cerrajeros y demás oficios para mantener la casa o que los que atienden luego no van o dejan los trabajos a media; Adriana “la gringa” Gigena hace seis años que hace plomería y asegura que no para de trabajar.

Yo hago de todo, pero más plomería. Voy a tu casa y te arreglo un enchufe, te cuelgo las cortinas, te arreglo el baño y charlo un poco con vos. Tengo mucho trabajo porque me he hecho conocida por cumplir con el horario pactado y por pedir fotos antes de ir para ya llevar el repuesto. Todos dicen que los otros aseguran ir, pero no van. También trabajo mucho con las mujeres solas, que tienen confianza de dejarme entrar“, indicó a la Súper Mañana de la Suquía.

Consultada sobre si hay menos personas que hagan oficios, dijo: “Hay gente que hace esos trabajos, pero es mucha gente grande. Yo aprendí de mi viejo, que hacía de todo. Era del campo y no sé de dónde aprendió, pero hizo la casa. Mis hermanos también son mecánicos y técnicos. Somos autodidactas y nos gusta desramar cosas. En una época me quedé sin trabajo, vi que sabía hacer todas estas cosas y dije acá está la mía“.

Viví en Estados Unidos desde 2000 hasta 2006, y allá la mujer hace mucho trabajo de igualdad de género. Entonces me vine con otra cabeza y con unas monedad, que use para hacer una casita para alquilar y le metí mano ahí. Después empecé a hacer cosas en las casas de mis familiares y me largué. Soy una mamá sola con dos hijos, vivo de esto y me va bien“, continuó relatando.

Sobre cómo se organiza para trabajar, explicó: “Tengo una agenda donde pongo los horarios que tengo que llevar los chicos al colegio y entre medio voy dando los turnos. Trabajo hasta tarde, los fines de semana y hasta los feriados. Yo no le fallo a mis clientes, voy las veces que sea necesario hasta terminar“.

Consultada sobre cómo son los cordobeses como clientes, dijo: “La gente no pelea precio mientras vos le hagas las cosas bien. Todos quieren que le cumplas con el horario, mientras vos seas puntual la gente lo valora. Igualmente paso siempre precios razonables. Tengo un autito ploteado donde tengo muchas herramientas y así acelero mucho el trabajo“.

Foto: Ramiro Pereyra / La Voz