Cómo adaptar la casa para las personas con discapacidad

Te contamos siete pasos para hacer que tu hogar sea accesible y disfrutable para todos.

A la hora de diseñar o remodelar, es clave pensar en una casa accesible o adaptada para que las personas con discapacidad puedan aprovechar todas las comodidades y espacios. Aunque ninguno de los habitantes lo requiera, hay que prever que podemos recibir visitas que sí lo necesiten y a las que queremos que se sientan lo más cómodo y a gusto posible en nuestro hogar.

Te contamos algunos trucos de diseño, distribución y accesibilidad para que tu vivienda sea un lugar disfrutable para todos.

¿Qué es una vivienda adaptada?

Las casas accesibles son aquellas que están exentas de barreras en su entorno, posibilitando que las personas mayores, con movilidad reducida y/o discapacidad, puedan hacer uso de los espacios, manteniendo su mayor grado posible de autonomía personal y con la máxima seguridad.

Cuando uno de los habitantes de la vivienda es quien necesita la adaptación, es clave pedirle su opinión y aprobación de los cambios, para respetar sus gustos, ayudar a sus necesidades y mantener un ambiente cálido, familiar y personalizado.

Paso 1: Adaptar los accesos

En primera instancia, hay que adaptar los accesos y el entorno de los espacios a utilizar. Por ejemplo, se deben evitar los desniveles y las construcciones de varios pisos. En caso de que esto sea imposible, la habitación de la persona debe estar en planta baja.

Las puertas deben tener un ancho mínimo de 90 centímetros y si son automáticas, mucho mejor. Los pasos de una habitación a otra tienen que estar totalmente libres de barreras u obstáculos. Se recomienda utilizar revestimientos de suelos antideslizantes y de superficie lisa.

Una novedad tecnológica son los sistemas domóticos, que permiten controlar la apertura de persianas, ventanas, el sonido de los dispositivos de audio, las luces, etc.

Hay que mantener las estanterías o cuadros bien fijos en la pared y evitar el uso de alfombras. Foto: Pinterest.

Paso 2: Pensar en los muebles

Se recomienda escoger muebles con formas redondeadas, para evitar daños en casos de tropiezos. Además, hay que colocarlos de forma que no entorpezcan el paso.

Otro consejo es mantener las estanterías o cuadros bien fijos en la pared y evitar el uso de alfombras. En caso de disponer de alguna, procurar que no se doble fácilmente, mantenerla bien colocada y que no sea resbaladiza.

Paso 3: Acondicionar las instalaciones

Los enchufes deben estar bien asegurados y colocados, como mínimo, a 40 centímetros del suelo. Se deben evitar alargadores y que los cables estén en lugares de paso.

Los interruptores deberán estar ubicados a un metro del suelo y ser abundantes: al principio y al final de los pasillos y escaleras, y en la cabecera de la cama. Si se cuenta con telefonía fija, son mejores los aparatos inalámbricos y tener varios distribuídos por la casa.

Paso 4: Adaptar el baño

En el caso del baño, puede resultar el espacio más inseguro de la vivienda por el uso de agua. Es preferible utilizar sistema de ducha, con alfombra antideslizante, barras agarraderas y grifería termostática para regular la temperatura.

Las bachas deben ser tipo access, para poder acercarse a ellas con facilidad, incluso en el caso de que se utilice silla de ruedas. Los inodoros tienen que ser altos y contar con barandas de agarre. Las aberturas deben abrir hacia afuera y se recomienda no colocarles trabas.

Paso 5: Pensar la cocina

A la hora de diseñar la cocina, una buena organización es muy importante para evitar accidentes y facilitar el uso de las instalaciones. Los utensilios más utilizados deben estar colocados en las zonas más accesibles.

Por su parte, las alacenas y muebles deben estar colocados a una altura adecuada para facilitar su acceso y se recomienda utilizar mesas con ruedas para trasladar ollas, platos, etc. La bacha no debe ser tan profunda y los grifos extraíbles son ideales.

Paso 6: Distribuir el dormitorio

Para personas mayores o con problemas de movilidad, hay que tratar de hacer que su habitación sea un lugar cómodo y práctico, donde tengan a su alcance todo lo necesario: un interruptor al lado de la cama, un teléfono en la mesa de luz, armarios bajos, entre otras medidas.

Las camas deben ser de altura media y no estar pegadas a la pared. Evitar alfombras, ya que pueden resbalar al intentar levantarse.

El objetivo es que el hogar sea accesible, seguro, cómodo y disfrutable para todos sus habitantes y aquellas personas que lleguen de visita.