Caso Blas Correas: La jefa de la policía manifestó sentir “vergüenza” por el accionar policial

La jefa de la Policía de Córdoba, Liliana Zárate Belletti, manifestó hoy que siente “vergüenza” por el accionar de los efectivos que asesinaron de un balazo a Blas Correas durante un control de seguridad, al declarar como testigo en el juicio por jurados a 13 miembros de la fuerza.

“Siento vergüenza”, expresó la jefa policial frente al jurado popular y el tribunal técnico de la Cámara 8va. del Crimen, luego de que se exhibieron en la sala de audiencias videos sobre el accionar de los efectivos en distintos tramos de episodio que derivó en el asesinato del adolescente.

Consultada al respecto por el abogado Alejandro Pérez Moreno, quien representa como querellante a la familia Correas, la testigo dijo sentirse avergonzada y, en varios tramos de su testimonial, aseguró que “nada estuvo bien de lo que hizo la policía”, ya que lo ocurrido “no tiene nada que ver con la formación” que reciben los miembros de la fuerza.

Primero, Zárate dijo que el protocolo establece que “no se debe disparar a un vehículo en movimiento” y que lo que corresponde es “realizar un operativo cerrojo”, al referirse al momento en el que los acusados desenfundaron sus armas y tiraron contra el auto en el que se movilizaba Blas con amigos.

“Tiene que haber una amenaza de riesgo de vida para entrar en la acción de desenfundar el arma, que en este caso no la hubo, por lo tanto no había ningún riesgo”, manifestó la jefa policial.

La testigo reconoció que hubo “errores” en la organización y las prioridades que debían cumplirse cuando el automóvil, con Blas agonizando, fue interceptado en Chacabuco y Corrientes, al sostener que si había alguien herido “la prioridad es la vida de las personas, la contención de las víctimas y de sus familiares, por una cuestión de humanización”.

En otro de tramo de su declaración, la jefa policial dijo que antes de asumir como directora de Seguridad de la ciudad de Córdoba, un día después del crimen de Blas, por pedido de su hija y por el estado de “sensibilización y conmoción” que ella misma tenía, fue a visitar a la mamá y al papá del adolescente asesinado.