Al menos 109 personas murieron tras el paso del tifón Rai por Filipinas, el peor que azotó este año al país, según los balances oficiales del domingo mientras se intensifican los esfuerzos por llevar alimentos y agua a las islas devastadas.
Más de 300.000 personas abandonaron sus casas y hoteles de playa luego de que el tifón Rai arrasó parte del archipiélago, dejando a varias zonas sin comunicaciones y servicio eléctrico, mientras en otros sitios arrancó techos y derribó postes de electricidad.
Arthur Yap, el gobernador de Bohol, un popular destino turístico, informó que las víctimas fatales en la isla sumaron 73.
En las islas Dinagat, el portavoz de la delegación provincial, Jeffrey Crisostomo, indicó a la AFP que hay otros diez fallecidos.
Con esto la cifra total de muertes reportadas asciende a 109, de acuerdo a datos oficiales, que confirman que Rai fue de los tifones más mortíferos que golpeó Filipinas en los últimos años.
Es probable que el balance aumente a medida que las agencias del gobierno comiencen a evaluar la totalidad del desastre.