Sebastián, el hermano de Mascherano que tocó fondo con las drogas y hoy recorre el país dando charlas sobre prevención

El hermano de “el jefecito” está radicado en el sur de Córdoba y desde hace un tiempo recorre escuelas contando su experiencia.

Sebastián Mascherano, hermano de Javier, ex jugador de la Selección Argentina, tiene 46 años, lleva once años rehabilitado de adicciones y desde hace ocho años recorre el país brindando charlas sobre lo que le pasó y cómo logró superarlo.

El rosarino- radicado en Córdoba desde hace años- lleva recorridas unas 700 localidades del país, en las cuales, a través de las áreas de salud de los gobiernos locales, se organizan charlas en las escuelas secundarias. Este martes y miércoles, estará en diferentes instituciones de la ciudad de Alta Gracia.

Su historia

Sebastián nació el 10 de noviembre de 1976 en la ciudad de Rosario, tiene 46 años y es el hermano mayor del excapitán de la Selección Argentina, Javier Mascherano. Desde hace años está radicado en Colonia Bismarck, una localidad de unos 350 habitantes ubicada al sur de Córdoba donde vive junto a su mujer y sus dos hijos.

“Empecé a consumir en la adolescencia, mi carrera de consumo fue de largos 18 años. A los 35 toqué fondo y dejé que me ayudaran. Llegué así a una comunidad terapéutica llamada GRADIVA, de la ciudad de Buenos Aires, cuyo director y psicólogo personal de mi tratamiento es el dueño Juan Alberto Yaria y bueno ahí estuve 18 meses internado; del 27 de marzo del 2012 hasta el 1 de septiembre del 2013”, relata Sebastían, a la vez que asegura que hace 11 años que está “sobrio y asbtinente”.

Contar su experiencia para prevenir a otros

El hermano mayor de Javier Mascherano lleva ya 8 años recorriendo el país, compartiendo su experiencia de vida y todo aquello que aprendió sobre esta enfermedad, ya sea por el consumo de drogas y/o de alcohol.

“He recorrido 9 provincias, más de 650 localidades. Mi relato es desde el corazón, cuento lo que me sucedió con las sustancias. Utilizo un vocabulario educativo, considero que los tiempos cambiaron, y es por esto que mis charlas van dirigidas a alumnos de 6to y 7mo grado, todos los grados de la secundaria y a las familias de la comunidad. Comparto lo que aprendí estos años por ser un enfermo en rehabilitación. Considero que podemos mejorar como sociedad mediante la educación y la prevención. Yo me rehabilite porque me reeduque. Santa Fe y Córdoba son las provincias que más recorro, visitando colegios. La charla es dinámica, con palabras justas y cada sustancia con sus nombres. No cuento anécdotas, ni hago apología de la enfermedad, busco prevenir educando, para que los niños y jóvenes no sean clientes de una falsa felicidad que con el tiempo les va a truncar sus proyectos de vida y el futuro”, concluyó.