Más de la mitad de las personas que tienen hepatitis C no lo saben

Este jueves se conmemora el Día Mundial contra las Hepatitis Viral. El principal desafío consiste en encontrar a los pacientes testeando a la comunidad, a los grupos de mayor riesgo y revinculando a los que ya están diagnosticados, pero no tratados.


Se calcula que más de 350 millones de personas tienen hepatitis virales en el mundo y que una persona muere cada 30 segundos por esta causa. En nuestro país, se calcula que entre 6 y 7 de cada 10 lo ignoran.

En línea con la propuesta de la Alianza Mundial contra las Hepatitis, en el marco del Día Mundial contra las Hepatitis Virales, que se conmemora este jueves, la Coordinación de Hepatitis Virales del Ministerio de la Salud, la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), la Coordinación de Salud Sexual, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el Programa de Inmunizaciones del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los servicios de Inmunizaciones, Hepatología y Virología del Hospital de Clínicas, el ANLIS-Malbrán y la Asociación Buena Vida y Fundación HCV Sin Fronteras organizan una jornada de sensibilización y test de hepatitis virales y vacunación para personas adultas.

En Córdoba, durante la jornada, el programa provincial VIH/sida, ITS, Hepatitis Virales y TBC junto al Laboratorio Central de la Provincia y la Dirección General de Integración Sanitaria invitan a participar de una jornada en el Paseo del Buen Pastor, donde se ofrecerá asesoramiento, test rápidos para hepatitis B y C, VIH y sífilis, y también vacunación para hepatitis B. La propuesta se desarrollará desde las 11 hasta las 17.

Los especialistas destacan que, si una prueba da positivo, el equipo realizará el acompañamiento necesario. Asimismo, es importante recordar que el acceso a estos estudios es voluntario, confidencial y gratuito, y que puede acercarse cualquier persona a partir de los 13 años.

Además, hasta el viernes 29 se mantiene la oferta ampliada de vacunación para hepatitis B en los CAPS provinciales. 

Las distintas organizaciones involucradas reconocen que deben multiplicarse los esfuerzos desde el Sistema de Salud, la comunidad médica y el público general para incrementar la detección de pacientes, porque no se los está encontrando o, lo que es más probable, no se los está buscando lo suficiente, aunque hoy todos pueden acceder a los medicamentos para curarse.

“Cientos de miles de argentinos vienen cargando durante años con una bomba de tiempo en su organismo, sin saber que va generando daños irreversibles y que pone en riesgo su vida”, explicó Rubén Cantelmi, paciente curado y presidente de Buena Vida.

Por su parte, Soledad Alonso, Coordinadora de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud de la Nación, describió que “muchos países del mundo enfrentan inequidades en el acceso a los medicamentos que curan la enfermedad en pocas semanas. En cambio, en Argentina, las obras sociales, prepagas y el Ministerio de Salud cubren al 100% la medicación, independientemente del nivel o grado de avance en el que se encuentre la enfermedad, por lo que es importante destacar que, desde la Coordinación, abogamos por el testeo a mayores de 18 años, al menos una vez en la vida, y en todas las personas gestantes de cualquier edad. También es relevante lograr que aquellos que ya tienen diagnóstico vuelvan al sistema de salud y se curen, y así puedan evitar graves consecuencias hepáticas a futuro”.

Se está trabajando para encontrar pacientes y lograr que se aprovechen los medicamentos que están a disposición, por lo que llevan adelante múltiples propuestas de detección en todo el país y bajo diferentes estrategias. La iniciativa que está demostrando ser uno de los caminos más directos para curar a personas de su hepatitis, y que está alineada con lo que mencionó la Dra. Alonso, se enmarca dentro de lo que es la estrategia de ‘revinculación’.

La propuesta consiste en que los distintos servicios de hepatología, gastroenterología o infectología revisen entre sus archivos aquellas historias clínicas de pacientes que recibieron el diagnóstico, pero no volvieron a la consulta para tratarse y curarse. Si requieren asesoramiento sobre cómo dar los primeros pasos para hacerlo, la organización se pone a disposición para acompañar ese proceso.

Otra estrategia sumamente efectiva se denomina microeliminación en población priorizada y tiene que ver con testear específicamente a poblaciones de riesgo, aquellos con más chances de haber entrado en contacto con sangre contaminada, incluso en muchos casos de forma involuntaria. Sin la intención de estigmatizar en absoluto, lo cierto es que se ha comprobado que la prevalencia de hepatitis C es mayor entre veteranos de guerra, personas privadas de su libertad, aquellos en tratamiento de diálisis y quienes recibieron frecuentes transfusiones de sangre y derivados, tales como los pacientes con hemofilia, por ejemplo.

Esteban González Ballerga, Jefe de la División de Gastroenterología del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’, explicó que existen otras estrategias de detección orientadas en paralelo generar conciencia en toda la comunidad: “por ejemplo, testear a todos los mayores de 18 años al menos una vez en la vida, porque lo cierto es que todos pudimos haber estado expuestos al virus sin saberlo, dado que hasta mediados de los años 90, el virus circulaba, pero no se lo conocía y tampoco eran tan habituales las prácticas de esterilización del instrumental utilizado en quirófanos, bancos de sangre, centros de diálisis, consultorios odontológicos o al realizarse tatuajes, piercings y algunos tratamientos de belleza”.

Dejarse estar es lo peor que uno puede hacer, porque el virus va avanzando sin avisar hasta que puede causar cirrosis (no alcohólica), falla hepática, cáncer de hígado o requerir trasplante, por eso es importante no darle un metro de ventaja al virus.

Ley de respuesta integral

Respecto de la sanción reciente de ley nacional de respuesta integral al VIH, las hepatitis virales, otras infecciones de transmisión sexual y la tuberculosis, María Eugenia de Feo, presidente de la Fundación HCV Sin Fronteras, remarcó que representa “un antes y un después en la era de las hepatitis virales en Argentina y es una medida que refuerza la voluntad de ir en camino hacia la eliminación de la hepatitis C para 2030, tal como propuso la Organización Mundial de la Salud”. 

Que la ley sea de ‘respuesta integral’ establece el marco para garantizar la cobertura y el acceso al diagnóstico (previendo la obligatoriedad de ofrecer proactivamente testeos contra las hepatitis B y C) y a la asistencia interdisciplinaria (social, legal, psicológica, médica y farmacológica, contemplando rehabilitación y hasta cuidados paliativos), no solo para la enfermedad hepática sino para las comorbilidades asociadas. Prevé inclusive el acceso a derechos sociales, como a una jubilación anticipada o pensión en los casos en que corresponda. Fue un proyecto impulsado fuertemente por la sociedad civil desde 2009, modificado en 2013 y que aguardaba su tratamiento desde 2016. Hoy es una realidad y se espera que beneficie a miles de argentinos.

Más información sobre hepatitis y el Día Mundial en Instagram @HepatologíaOnline.

No puede esperar

Este año, la Alianza Mundial contra la Hepatitis continúa con su campaña haciendo hincapié en el concepto de que ‘no se puede esperar’. El tiempo es oro al hablar del diagnóstico de hepatitis porque muchos pacientes llevan décadas con la enfermedad sin saberlo, porque no da síntomas y no es habitual que un médico generalista pida el testeo de hepatitis C entre sus controles de rutina.

La campaña propone que “no se puede esperar” para trabajar por un mundo sin hepatitis. Distintas variantes de este lema general proponen en distintas piezas gráficas para medios, redes sociales y afiches, que no se debe perder tiempo y que no hay que esperar para testearse, ni tampoco se puede esperar a que esté disponible el tratamiento. Por último, subrayan también que no se puede esperar para construir un mundo sin discriminación y prejuicios hacia las enfermedades hepáticas.