En una charla de una hora con Radio Suquía y Punto a Punto, el excandidato a presidente consideró imprescindible comenzar a discutir los grandes temas que necesita resolver el país. Dijo que aprecia al gobernador Schiaretti y que le gustaría sumarlo a una coalición para recuperar al país.
(Foto de Fino Pizarro, gentileza de Punto a Punto).
Luego de una disertación en la Bolsa de Comercio de Córdoba, Miguel Ángel Pichetto accedió a una entrevista de una hora de extensión que radio Suquía y Punto a Punto compartieron a solas con el exsenador y excandidato a vicepresidente en 2019.
A continuación ofrecemos el diálogo tal como se dio en la oficina de la presidencia de la prestigiosa institución cordobesa que lo trajo a nuestra ciudad
_En su presentación, usted se refirió a la necesidad de que se termine en nuestro país esto de poner en primer plano la judicialización de las gestiones de gobierno, algo que ya escuché en otros dirigentes ¿esto no es otorgar cierta impunidad a los que gobernaron?
_De ninguna manera estoy planteando un esquema de impunidad, lo que estoy sosteniendo es que el debate argentino no pude nutrirse únicamente de los procesos judiciales, ya que es imprescindible comenzar a discutir los grandes temas: el mundo de la producción, del trabajo, de las libertades, de la construcción de un capitalismo moderno, ese es el debate central, el más importante. Lo que tiene la Argentina, que viene de la época del Virreinato, es el famoso “juicio de residencia”, mediante el cual mientras estás en el poder todo está permitido y cuando salís te tiran 300 causas por la cabeza. Esto es algo que le ha pasado a muchos gobernantes y me parece que hay que tener sistemas que permitan más el control sobre la marcha de la gestión, para evitar después la acumulación de procesos judiciales frente a cada terminación de mandato.
_En una respuesta que dio sobre su opinión acerca de Javier Milei, me pareció entender que lo prefiere más bien como un opositor de un tipo de gobierno como el kirchnerismo que como un aliado de la coalición que ustedes están construyendo.
_Ante esa pregunta siempre dije lo que para mi es una regla de la política: que siempre es mejor sumar que restar y que Milei expresa en la ciudad de Buenos Aires un espacio de jóvenes y libertarios que entiendo que, en el marco de un proceso de construcción de poder para llegar al gobierno, deberían estar en Juntos por el Cambio.
_Me preocupa lo que se viene en los próximos dos años y me interesa especialmente su opinión al respecto ¿Qué va a pasar en la Argentina después de las elecciones legislativas? ¿Se viene otro 2001?
_ No veo ese escenario, pero tengo la misma sensación de incertidumbre que tenés vos y que tienen millones de argentinos. El Gobierno va a tener que resolver la crisis de liderazgo, la crisis que implica no tener un plan ni un programa económico; tiene que elaborar una propuesta para que la oposición la analice en el Congreso. El Gobierno tiene que reconfigurarse y el presidente tiene que hacer una tarea muy difícil, que es la de recuperar su credibilidad, ya que él mismo se ha autoinfligido daños.
_Pero, si después de las Paso le intervinieron el Gobierno ¿Cómo va a poder el presidente reconstruir su imagen si vuelven a castigarlo con una derrota en las legislativas?
_Si se toma en cuenta ese antecedente, indudablemente que tendremos una crisis mayor, hay que ver cómo se dirime y quién emerge como líder en el espacio del Gobierno.
_¿Y en el Gobierno existe algún líder capaz de llegar con ustedes al menos a un acuerdo que les permita una gobernabilidad razonable en estos dos últimos años del mandato?
_Yo creo en los escenarios de discusión y de diálogo, creo en los acuerdos en el marco del Parlamento, que es lo que estamos votando ahora: vamos a renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, allí tendrá que estar el lugar de diálogo y de construcción de acuerdos para poder superar las dificultades que tiene la argentina, que fundamentalmente son las económicas y las sociales; la inseguridad, que penetra en todas las grandes ciudades y las periferias.
_En ese marco ¿Cómo se sigue para frenar este crecimiento alarmante de la pobreza?
_En primer lugar, hay que liberar todas las limitaciones y restricciones a las exportaciones que tiene la Argentina. Si vos seguís poniendo esos límites no vamos a poder frenar la pobreza. Hablaba recién con un empresario cordobés que exportaba carne con hueso a China, ahora tiene prohibida la exportación y tiene, por supuesto, un montón de gente en la calle, porque no puede seguir trabajando. Por eso, el camino tiene que ser totalmente inverso al que hemos transitado hasta ahora. El Presidente tiene que aplicar un cambio de rumbo para poder avanzar en los dos años que faltan. Si no tiene planes ni programa, indudablemente así tendremos un vacío y eso en política no existe. Si el gobierno recibe una derrota en esta elección de medio tiempo tienen que asimilar, rectificar el rumbo y aplicar los cambios que tiene que hacer para que la Argentina sea viable. En los países modernos, los gobiernos que pierden elecciones de medio término son capaces de corregir y seguir gobernando. Acá, en la derrota de la primaria, el gobierno ha dramatizado en exceso, ha provocado una crisis que se la auto infligieron.
_¿Qué sucede si actúan igual después de las legislativas?
Si analizamos esos acontecimientos posteriores a las Paso, es dable esperar una crisis mayor, pero tienen desafíos muy fuertes que enfrentar; tienen que ver cómo arreglan la situación con el Fondo Monetario, cómo reactivamos la economía, cómo generamos un sistema de apertura que nos permita lograr más mercados y atraer riqueza.
_En ese contexto, Juntos para el Cambio, como alternativa ¿qué puede hacer frente a problemas como la inflación, algo que Macri no pudo solucionar?
_Tenemos que tener un programa de estabilización y de reactivación económica. Para que la Argentina cambie tiene que haber una ruptura con el pasado y el cambio tiene que ser también del tipo cultural, la gente tiene que tener comprensión de los problemas que tiene la Argentina y ayudar a que las transformaciones se puedan producir. En el plano laboral no podemos seguir con leyes de la década del 50 y el 60. Esto no significa perjudicar a los trabajadores, implica facilitar a las empresas su capacidad para dar trabajo. No pueden tener las mismas reglas y normas una gran empresa con cientos de trabajadores que un pequeño taller que da empleo a cinco o seis personas. Hay que tener un sistema mucho más flexible donde, si el taller tiene trabajo porque hay demanda puede tomar empleo y si afloja puede soltar empleo. Este sería un modelo parecido al de la construcción, lo que permite salida rápida y entrada rápida al mercado laboral. Además, hay que capacitar a la gente, porque hoy tenemos un problema de calificación laboral.
_¿Esto sería una solución a este esquema actual donde el 65 por ciento del presupuesto se va en planes, como dijo en su presentación?
_Planes y atención previsional, porque tampoco podemos seguir aumentando el número de jubilados sin aportes, ya que para los que trabajaron y aportaron eso también implica un lesión en el futuro. Agrandar el sistema previsional lo hace inviable en cuestión de sostenibilidad.
Futuro e inversiones
_¿Qué le dice a los jóvenes que se están yendo del país?
_No tengo una visión desesperanzada del futuro argentino. La Argentina tiene mucha gente con capacidad y talento. El espacio de la tecnología, que es el que emplea a más jóvenes es uno de los que más ha crecido, no sólo en Córdoba sino en varios puntos del país, donde se han desarrollado polos tecnológicos, unicornios, exitosas empresas de software con capacidad y con talento argentino. Si los apretamos permanentemente con políticas impositivas tremendas, lo que sucede es que hacen sus valijas y se van. La presión impositiva es asfixiante, en la actualidad el 50 por ciento de las utilidades se lo llevan los tres estados, eso es inviable. Hay que bajar la carga impositiva, mejorar las cargas laborales, establecer reglas de juego claras; hay que tener previsibilidad, sino quién va a venir a invertir. Si en la Argentina la propiedad privada es un derecho secundario y no vale nada ¿Quién va a invertir?
_Bueno, en ese escenario de no poder captar inversores, la política exterior del gobierno es parte de eso.
_Exactamente, la política internacional de este gobierno ya es una tragedia, lo que hace son actos de autoagresión, de suicidio, de aislamiento en el mundo.
_En ese escenario, también como usted lo ha dicho, se da el caso de que han encapsulado a los derechos humanos en lo que pasó en nuestro país en la década del 70, pero se niegan a admitir las violaciones que están cometiendo algunas dictaduras en la región.
_Este es el debate, si vos sostuviste la defensa de los derechos humanos en los 70, también tener que sostenerlos en tu política exterior y en la realidad cotidiana. Es muy importante que los organismos de derechos humanos tengan coherencia. No pueden permanecer en silencio frente a dictadores como Maduro, Ortega o el cubano Díaz Canel. La Argentina suscribió un pacto democrático con los países de la región y hay que hacerlo cumplir, porque es importante cuidar la democracia. Si se mantiene el silencio frente a los atropellos de esos dictadores lo que se logra es aislar más al país.
_Entiendo que la Argentina no puede llegar a ser Venezuela porque, entre otros factores, tiene una cultura y unas instituciones más fuertes.
_ Sin dudas, pero cuidado, no hay que transitar esos caminos porque son riesgosos. Yo conocí una Venezuela en décadas anteriores totalmente distinta a la de Maduro. Era un país democrático y pujante, con las riquezas del petróleo. Era un país que tenía futuro; hoy es un país pobre y miserable donde la clase media se fue. Más de seis millones se escaparon del régimen venezolano.
_Muchos vinieron a la Argentina, y tal vez por eso ahora le ponen límite a las exportaciones de maíz, porque además de la polenta tenemos que hacer con eso la harina que necesitan tantos venezolanos que llegaron para hacer sus arepas.
_ Con esos límites a las exportaciones pretenden manejar cómo debe ser la mesa de los argentinos, pero es algo que se vuelve en contra. Vos ponés limitaciones, el producto después escasea y aumenta más. Lo que se debe hacer en realidad es alentar un comercio más libre, como tienen los países serios del mundo.
-Cuando dice países serios, recuerdo que usted dijo que hay que tener cuidado con China ¿A qué le debemos tener cuidado y en qué nos puede ayudar ese gigante?
-Hay que tener cuidado con el tipo de acuerdos que se hagan con China. Yo apoyo todos aquellos que sean económicos, los de compra y venta de productos, de integración, de tecnología, pero hay que tener cuidado con el tema de las comunicaciones.
_¿Cuidado con el 5G? ¿Por qué?
_Porque hace a los motivos de seguridad de los Estados Unidos. No soy un técnico pero se que para los americanos el tema del 5G es un problema desde el punto de vista de la seguridad nacional.
_Ya que hablamos de China ¿Qué piensa sobre esto que hemos vacunado a los chicos argentinos con una vacuna que ni siquiera había empezado a aplicarse en niños de ese país?
_Estos son los disparates de la política sanitaria argentina. Compramos vacunas rusas que todavía no tienen el reconocimiento ni de Europa ni de Estados Unidos, cuando podríamos haber comprado Pfizer, vacuna de la que Argentina fue un lugar de prueba, con más de seis mil voluntarios argentinos. En lugar de comprar Pfizer compramos Sputnik y le compramos a AstraZéneca que nos entregó la mitad. Se deberían haber comprado, en un marco amplio, vacunas de distinta marca, como hicieron otros países, pero en especial a Pfizer, que demostró ser muy buena y la mejor del mundo.
La república del Amba
_Los cordobeses sufrimos, como otros habitantes del interior del país, un injusto reparto de los fondos nacionales, en especial de los subsidios al transporte.
_Son las asimetrías que se producen con gestiones que gobiernan para la república del Amba. Alberto Fernández gobernó hasta ahora para la república del Amba, no para la República Argentina. No hubo una construcción federal, por lo tanto los subidos se reparten donde hay una mayor densidad poblacional para tratar con eso de lograr resultados electorales positivos, y para eso tienen a la Provincia de Buenos Aires.
_¿Se puede mencionar al gobernador Schiaretti entre los posibles candidatos a presidente en 2023?
_Tengo un gran respeto por Juan Schiaretti. Tiene una visión productiva y capitalista que reconozco mucho. He tenido un trato muy afectuoso siempre con él, por eso jamás vas a encontrar en mí una palabra que descalifique a su gestión o a sus aspiraciones, que me parecen válidas. También considero importante que Schiaretti se pueda sumar a una gran coalición opositora que modifique totalmente la realidad actual y que realice los cambios necesarios para que la Argentina comience a crecer.
_¿Por qué esa coalición va a poder lograrlo?
_ Porque va a ser una coalición mayoritaria que, con un amplio triunfo en el 2023, contará con el apoyo necesario del Congreso para realizar las transformaciones que proyectan al país al lugar que se merece. Además, las presiones de ciertos sectores sociales van a ceder, porque el mundo de los planes y los subsidios ya no funciona más. En esto es muy importante el plan, el proyecto de gobierno y el proyecto de país que vos tenés. Quizás es más importante el conjunto central de las ideas que debemos tener para salvar a la Argentina que los nombres. Necesitas un equipo. En los 90 hubo un equipo, con Menem y Cavallo, y hubo unicidad de acciones. La Fundación Mediterránea había organizado equipos para gobernar la Argentina. La oposición hoy tiene que hacer eso, y estos dos años tenemos que tener un programa, equipos e ideas para hacer crecer a la Argentina y después surgirán los candidatos.
_En el 2019, el kirchnerismo hizo su campaña asegurando que volvía cambiado, pero en estos dos años demostró que es lo mismo: cepo, control precio, divisas congeladas ¿Qué siente ante esto?
_Una gran frustración, porque si hay algo que me caracterizó en el 2019 fue la de anticipar estos hechos. Siempre sostuve que la fórmula presidencial del Frente de Todos era una gran anomalía, en donde el poder radicaba en la vicepresidenta y por eso era previsible conflictos entre ella y el presidente. También dije que los métodos económicos iban a ser los mismos de antes con la presencia de Kicillof. Y apareció la pandemia, que la procesaron muy mal. Este tema de tener altos niveles de aceptación, de medir 70 u 80 y después caer estrepitosamente es algo que ya ha ocurrido en la Argentina.
_Córdoba se divorcio del kirchnerismo especialmente a partir de una noche oscura de diciembre donde el gobierno nacional nos dejó sólos, desde allí se convirtió en ese lugar hostil del que habla el presidente Fernández ¿Está pasando lo mismo ahora en la Patagonia con el abandono al que los someten frente a los atropellos y ataques de los supuestos o pseudos mapuches?
_Es un abandono, exactamente, y una situación de peligro territorial, porque hay sabotajes y terrrorismo. Son grupos foquistas, guevaristas e insurreccionales, que afectan a Chubut, Neuquén y Río Negro. No atender esta situación con la seriedad que implica ha dado como resultado que el gobierno haya perdido en todas las provincias de la Patagonia, hasta en Santa Cruz.
_Y el narcotráfico en crecimiento y con sectores al rojo vivo, como Rosario, también plantean problemas similares en el sentimiento de desprotección ante la inseguridad.
_Ese es un dato muy significativo que ha crecido en la periferia de todas las ciudades. Estuve en Tucumán y vuela por el aire ese tema, ya no es sólo en Rosario el problema.
_En ese marco, el asesinato del kiosquero provocó una reacción tremenda en la sociedad.
_Eso es lo que pasa con la sumatoria de situaciones, los hechos se van acumulando, la indignación de la gente crece, hasta que llega un punto que estalla y salen a la calle. Era previsible que algo así pasara, pero también era previsible porque este gobierno liberó a miles de presos mientras toda la gente estaba encerrada: una locura. Esta visión de garantismo Zaffaroniano, de que en las cárceles se iban a contagiar covid, y fue en las cárceles donde menos contagios hubo.
_Para terminar ¿Qué piensa de Córdoba y los cordobeses?
_Córdoba es el modelo de provincia que tenemos que construir en el país: con industria, agroindustria, la producción, el campo, la ganadería, la tecnología. El mapa del centro del país es el de la Argentina productiva y eso es lo que hay que llevar a las otras regiones. En especial desarrollar la Patagonia, porque es el 55 por ciento del territorio nacional y tiene apenas dos millones de habitantes.