Muchos radicales no pueden entender ciertas señales de estos referentes que no parecen estar alineadas con los intereses que ha proclamado el partido.
Hasta a los más longevos y memoriosos les cuesta encontrar en el pasado algún momento tan extraño y ambiguo como el que atraviesa el radicalismo cordobés por estos días.
Entusiasmados por el resultado de las legislativas del año pasado y con encuestas que siguen manteniendo a Rodrigo De Loredo con muchas posibilidades de imponerse en una próxima elección, muchos boina blanca sueñan juntos la posibilidad de recuperar el poder en la provincia, pero no están solos y hay una presencia que incomoda: Luis Juez.
El líder del Frente Cívico también mantiene cifras expectantes en las encuestas pero divide aguas en la alianza de Juntos por el Cambio, donde reúne simpatías de algunos referentes pero no parece encontrar el mismo respaldo en no pocos radicales, en especial intendentes que reclaman su lugar en la decisión y en el futuro del partido.
En ese contexto, estos líderes locales, que han demostrado desde jóvenes su compromiso militante y luego su capacidad de gestionar, conducir equipos y superar crisis, se preguntan: ¿Para quién están jugando Negri y Mestre?
En una reciente reunión del Foro de Intendentes Radicales, el jefe comunal mestrista de Monte de los Gauchos y actual presidente de ese importante ente, Ariel Grich, propuso invitar a Luis Juez a uno de esos encuentros, pero no tuvo la menor acogida.
Desde ese momento, el olfato de los más suspicaces comenzó a sentir aromas que les resultaron incompatibles con el gusto de los correligionarios. En ese contexto, aún tratan de descifrar a qué huele la incursión tan coordinada entre Negri y Juez en la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron por el conflicto en la integración del Consejo de la Magistratura.
A todo esto se sumó este jueves la indignación generalizada al encontrar el cambio en la agenda del encuentro de Villa Giardino, donde se acomodó el cronograma a último momento.
“Se trató de una jugada para que el debate político ocupe un horario poco conveniente para militantes y referentes del interior. Con eso esperan desactivar el operativo clamor del radicalismo del interior para lanzar a De Loredo como candidato a gobernador”, explicó un dirigente que atribuyó la jugada a decisiones de Mestre y Negri.