La precandidata a diputada nacional por la lista Fortalecer la Izquierda asegura que la mayor parte de ese monto (12 mil millones) se pueden lograr si no se pagan los vencimientos de la deuda externa. Estima que eso generaría dos millones de puestos de trabajo.
Con el objetivo de conocer las ideas y los proyectos de los principales precandidatos de las Paso (Elecciones Primarias) que se celebrarán el próximo 12 de septiembre, Radio Suquía envió dos simples preguntas a los referentes de cada lista.
Esto es lo que nos respondió Liliana Olivero, precandidata a diputada nacional por la lista Fortalecer la Izquierda, que forma parte de la alianza del Frente de Izquierda Unidad.
_¿Por qué los cordobeses deberían votar su lista?
_Estamos atravesando una situación límite, las mayorías populares vivimos cada vez peor, 38 años de gobiernos peronistas y radicales de las distintas variables han demostrado que no tienen nada para ofrecernos.
Los problemas de salario, trabajo, educación, vivienda y salud se agravan día a día y terminan generando una enorme desilusión. Parece que no hay salida, pero no nos podemos resignar a vivir una vida así, hay una forma de cambiarlo todo y tenemos que hacerlo.
Lo que nosotros planteamos es transformar esta desilusión y esta bronca en un voto a la izquierda que propone salidas de fondo y de ruptura con las viejas estructuras de poder económico.
Nuestra propuesta se puede sintetizar en la necesidad urgente de invertir las prioridades: que en lugar de poner en el centro las ganancias de un puñado de empresarios nacionales y extranjeros, de concentrar la economía en pagar una fraudulenta deuda externa, pongamos los millones que generamos día a día en este país a resolver las necesidades de la población trabajadora.
El próximo Congreso tendrá que definir qué hacer con el FMI, ellos vienen con un paquete de reformas (laboral, previsional e impositiva) que nos pondrán en una situación peor, sabemos que hablan de la grieta pero en conjunto votan el pago a los buitres.
Las bancas de la izquierda han demostrado estar al servicio no de esos intereses, sino de las peleas populares y denunciando cada ley que han aprobado a espaldas de lo que prometen en la campaña electoral. Por eso es que pedimos el voto.
Frente a este escenario, creemos que es una oportunidad perdida discutir con listas separadas en las PASO a qué fórmula del FIT-Unidad votar, deberíamos estar planteando todos juntos estos temas de los que sólo la izquierda habla. Lamentablemente Echevarría del MST y el Partido Obrero dividieron, y lo hacen en nombre de “renovar”. Si hay algo que se le vive reclamando a la izquierda es que no va unida, por lo tanto esa política de dividir no tiene nada de nuevo.
Pedimos que acompañanen la Lista “Fortalecer la Izquierda” que es la única que mantiene la unidad, entre Izquierda Socialista (mi partido) y el PTS de Laura Vilches.
_¿Cuáles son las iniciativas que llevará al Congreso de la Nación en caso de resultar electa?
_Una de nuestras propuestas para superar el desempleo, mejorar el salario y reactivar la economía es elaborar un gran plan de obras públicas que contemple la construcción y reparación de escuelas, hospitales y que tenga como eje resolver el déficit habitacional, un problema crónico que alcanza en el país a casi cuatro millones de familias y continúa creciendo. De ese total, 1,5 millones de hogares necesitan una nueva vivienda, el resto habita en casas construidas con materiales inadecuados, sin servicios o en condiciones de hacinamiento.
Para resolver este problema social hay que ir a fondo. Como parte de un plan de obras públicas más general, proponemos un proyecto inicial para construir 500.000 viviendas a un costo de 14 mil millones de dólares. Si consideramos un promedio de cuatro trabajadores/trabajadoras por unidad habitacional construida, se alcanzan dos millones de nuevos empleos directos con salarios dignos y una reactivación económica que generará otros puestos de trabajo.
Nosotras, además, decimos cómo financiar este plan. Insistimos, plata hay, el problema es que se destina a beneficiar a los grandes empresarios y, fundamentalmente, para pagar la deuda externa. Hasta diciembre de este año saldrán del país rumbo a los cofres del sistema financiero internacional 12.000 millones de dólares. Con ese dinero se podría financiar gran parte de nuestra propuesta y el resto saldría de un verdadero impuesto a las grandes fortunas que incluya a los grandes empresarios, los laboratorios, los bancos y todos los sectores que han aumentado sus ganancias durante la pandemia.
No se puede aceptar que, mientras millones de argentinos no tienen un techo digno para vivir, al mismo tiempo que crece el desempleo y el salario y las jubilaciones pierden escandalosamente frente a la inflación, se continúe pagando con total naturalidad una deuda fraudulenta. Necesitamos esos recursos y los de un verdadero impuesto a las grandes fortunas para resolver los graves problemas sociales.
Por otro lado, proponemos la declaración de la emergencia ambiental en todo el país.
En este sentido estamos también en una situación límite, con incendios de bosques nativos en las sierras y la cordillera, quema de pastizales, bajante histórica en el río Paraná, cientos de industrias en los barrios contaminando y enfermando a la población, toneladas de agrotóxicos en los campos, destrucción del suelo con el fracking, saqueo de los mares y un muy extenso etcétera.
Este problema además es global, el capitalismo está demostrando que nos lleva al colapso por priorizar las ganancias de los empresarios por sobre las necesidades populares y una producción económica sustentable y respetuosa del ambiente.
Nuestro planteo establece la prohibición de todo nuevo emprendimiento contaminante en todo el país hasta tanto no se realice un relevamiento de los daños que ya se han producido en la zona y se elabore un plan integral de remediación, en el cual las comunidades directamente afectadas cumplan un rol destacado, a través de sus asambleas.
Cuando hay organización y determinación para dar la pelea se le puede torcer el brazo a los gobiernos (tanto peronistas como radicales) y las grandes empresas. El caso de Mendoza en defensa del agua contra la Ley 7722 lo marca claramente, por eso confiamos plenamente en las comunidades para que defiendan sus territorios.