La mujer, de 43 años y oriunda de Paraguay, fue capturada el viernes pasado por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires tras ser acusada de ofrecer a los menores de edad a su pareja para que los violen.
El viernes pasado, la División Delitos contra la Integridad Sexual de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo en la esquina porteña de Santa Fe y Callao a N.B.M.G., una mujer nacida en Paraguay acusada del delito de reducción a la servidumbre y abuso sexual con acceso carnal agravado contra sus propios hijos, a los que supuestamente obligaba a robar mientras vivían en situación de calle.
A tres de los menores, supuestamente, los entregó a Carlos V., su pareja -hoy preso- para que los viole en el asentamiento donde vivían. Los abusos ocurrieron frente a los otros menores.
Su arresto marcó el fin de una causa iniciada cuatro años atrás en el Juzgado N° 4 a cargo de Martín Yadarola. La mujer, básicamente, se delató a sí misma, luego de que apareciera en un móvil de televisión de TN el miércoles pasado, quejándose del paro de colectivos. Así, las autoridades judiciales la reconocieron y fueron por ella. La encontraron con sus muletas, sentada frente a un banco.
La causa en su contra había comenzado luego de que un policía advirtió que B.N.M.G obligaba a cruzar a los menores en un semáforo en rojo. Le quitaron a sus hijos poco después.
El 8 de enero de este año, el juez Yadarola determinó imputar a la mujer y a procesar a su pareja, que ya se encontraba detenido por otro delito. Se cree que los menores fueron sometidos en al menos cinco ocasiones por el hombre acusado. La lista de agravantes fue intensa. La mujer y su pareja eran los encargados de la guarda de los chicos y aprovecharon su situación de convivencia. Los hechos, que habrían ocurrido en 2014, sucedieron en el asentamiento en donde vivía el grupo. Las cámaras Gesell a los chicos fueron instrumentales para construir la acusación.
Una de las niñas relató el maltrato que sufría a manos de la pareja. En su testimonio, afirmó que “tanto sus hermanos como ella eran agredidos físicamente por los dos imputados, propinándoles golpes con sus manos, con palos o arrojándoles elementos y tirándoles de los cabellos”, según asegura un documento de la causa.
Aseguró algo todavía más macabro: que su madre le cortaba la piel con una hoja de afeitar para realizar un “pacto con el diablo”.
El hombre, por su parte, fue acusado de intentar robarle a un hombre en la esquina de Santa Fe y Billinghurst, al amenazarlo con una vara de metal, posiblemente un caño para manipular una escoba. La mujer, según relatos en el expediente, habría instado a los menores a robos pungas en kioscos del centro porteño. Les exigía que le quiten los celulares a los transeúntes, a cambio de golosinas que nunca les entregaba.
Así, se decretó la captura de la mujer, que se encontrara en situación de calle, lo que dificultaba su rastreo. N.B.M.G. no tenía un domicilio registrado, mientras que sus hijos figuraban en el del hogar de niños de Villa Martelli, donde fueron trasladados en un momento.
Todos los chicos -dos varones y dos mujeres, nacidos en 2009, 2010, 2012 y 2018- tenían menos de 13 años al momento de los ataques sexuales.
El Boletín Oficial revela varios movimientos en este caso. En septiembre de 2020, fue citada a comparecer junto a su pareja por el Juzgado Civil N°26. En febrero de 2021, le informaron que sus hijos iban a ser dados en adopción, proceso en el que se encuentran actualmente.