La Policía debió efectuar disparos para dispersar a los involucrados en la riña. Los detalles del confuso episodio en esta nota.
Informe de Alejandro Pozo
Una fiesta de fin de año terminó con dos detenidos, policías dando disparos para dispersar a la gente y una joven internada por golpes.
Según precisiones policiales, un grupo de agentes se hizo presente a la salida del salón Velvet Club (Larrañaga 152) al advertir una pelea callejera entre un adolescente de 17 años, de apellido Gonzalez, y el guardia de seguridad del local, un hombre de 34 años.
Mientras la policía detenía al menor de edad, otras personas que se encontraban en el lugar se abalanzaron sobre los oficiales. Para dispersar a la multitud, uno de los policías realizó disparos al suelo con una escopeta.
Calmados los animos, el guardia de seguridad abandona el lugar con heridas leves, dirigiendosé al Hospital Transito Cáceres. Entretanto, una mujer, denuncia ante los oficiales de la Policía allí presentes que, su hija de 18 años fue agredida de una trompada por el Guardia, lo que habría generado el conflicto. Los dichos de la mujer, son corroborados por los presentes.
La joven agredida terminó internada en el Hospital Córdoba por haber recibido una trompada en la cara. Se desmayó y sufrió un corte en el labio superior.
Los agentes policiales, ante esta situación, se hicieron presentes en el Hospital Tránsito Cáceres y arrestaron al patovica.