El delincuente se fue del lugar de inmediato, sin robar nada, pero habiendo provocado algunos destrozos.
Una reportera gráfica del medio riocuartense Puntal, resultó víctima de un asalto en su casa durante las primeras horas de la madrugada del domingo. Un delincuente, a cara descubierta, abrió la puerta a patadas y logró ingresar a la vivienda pero finalmente fue repelido por la propietaria con una pala de punta. El delincuente se fue del lugar de inmediato, sin robar nada, pero habiendo provocado algunos destrozos.
“Fue horrible. Era el domingo a la madrugada. Yo había tenido un día largo, y estaba dormida cuando escuché que sonaba el timbre y me desperté. Sentí que sonaba de forma insistente y me sorprendió porque eran las 2 de la mañana. Creí que era algún vecino. En eso, sentí un golpe fuerte y me di cuenta de que era alguien que quería entrar a la casa”, relató la víctima al medio mencionado.
Entredormida y desconcertada, la mujer atinó a llamar al 101 en busca de auxilio.
“Me levanté, y seguía sonando el timbre. Ahí llamé a la Policía, que me atendió muy bien y me pidió que no cortara la comunicación. Escuché que este hombre le dio una patada a la puerta y empecé a gritar, mientras seguía al teléfono y les pedía a los agentes que mandaran un móvil urgente”, comentó la periodista.
Hasta ayer no entendía cómo, a pesar de que hizo notar a viva voz que estaba en comunicación telefónica con la Policía, el malhechor seguía determinado a romper la puerta e ingresar de todas maneras a la vivienda.
El delincuente venció la resistencia de la puerta a patadas e ingresó a la vivienda pero no pudo robar. Al notar que con esta acción no lograba ahuyentar al delincuente, que ya casi estaba adentro de la propiedad, decidió buscar algo con qué defenderse. Lo primero que encontró fue una pala de punta, que ocasionalmente no había sacado al patio.
“La agarré porque estaba en el pasillo y allí me encontré con un hombre de casi dos metros. No se sorprendió cuando me vio. Solamente me miró. Ahí le empecé a gritar: ‘Te vas. Rajá de acá’. Y se fue corriendo”, relató la mujer.
“A los dos minutos, llegó la Policía. Vecinos, vinieron rápidamente a darme una mano y a intentar buscar al ladrón. Todos los vecinos, amigos y compañeros se solidarizaron conmigo. Pero nadie pudo ver ni siquiera para dónde había salido corriendo el ladrón”, agregó.