Para el especialista Daniel Adler, eso aportaría a reducir el déficit fiscal y a frenar la inflación, que “afecta más a las personas con ingresos bajos o medio bajos”.
El reconocido especialista argentino Daniel Adler propone convertir a beneficiarios de Planes Sociales en emprendedores “con el fin de hacer crecer la demanda de productos terminados, lo que se generaría gracias al aumento en el número de proveedores y su consecuente colaboración a la baja del déficit fiscal, ya que también se reduciría el monto de pago de Planes”.
Luego de conocerse las cifras de la inflación de marzo, este especialista en Educación Financiera y Emprendedurismo advirtió que “las personas con ingresos bajos o medios bajos son quiénes más sufren estos procesos inflacionarios, por no recibir ingresos, u obtener activos de calidad, que superen el ritmo inflacionario”.
En la misma línea, Adler manifestó que “las clases medias bajas o bajas y los jubilados han sido los más castigados porque tienen ingresos cada vez menores y no pueden soportar el aumento constante de los precios”.
“No me refiero al índice general global, me refiero a los alimentos y medicamentos, que es lo principal, con productos que en un mes aumentan un 20 ó 30 por ciento”, aclara.
El especialista destaca que “los argentinos tenemos varias décadas perdidas de desarrollo económico por la inflación. Casi todos los países de la región de Latinoamérica han tenido picos altos de inflación, pero pudieron solucionarlo, mientras que la Argentina no”.
“La inflación desincentiva el ahorro y la inversión, y ahí empezamos a sufrir como país. Genera pérdida del poder adquisitivo general y también causa incertidumbre en los consumidores, por lo que es difícil tomar decisiones o realizan compras no inteligentes para stockearse producto del pánico y por una presunción de que todo va a seguir aumentando mucho más, en forma razonable”, agrega.
Incertidumbre y receta
“En el caso de las Pymes, que cada vez son menos, no tienen la certeza sobre los costos que deben afrontar y los precios que deben poner para vender y, así, surge la desconfianza, la incertidumbre. Comienzan todos a aumentar y se crea el llamado espiral inflacionario, al cuál es muy difícil ponerle fin”, explica.
Cuando se le consulta sobre alguna receta para solucionar este difícil cuadro, Adler propone una serie de medidas: “En principio, dejar de emitir para cubrir el déficit fiscal pero, luego, hay que producir más, facilitar el acceso a las exportaciones por parte de los productores locales; fomentar y crear una estrategia clara para sumar valor agregado a las materias primas relacionadas a los alimentos, para producir productos terminados y llevar a cabo una reingeniería de carácter social”.