Bombas Molotov, dinamita y balas contra la Comunidad Comechingón de Pluma Blanca

Días atrás cronicamos sobre la extraña aparición de un cartucho de dinamita en un domicilio ubicado a metros de la Capilla de Candonga.

El parte policial, explicaba por entonces poco y nada de las circunstancias en la que apareció el cartucho de dinamita. Sin embargo este miércoles se conoció que este episodio forma parte de una larga cadena de eventos de hostigamiento contra un miembro destacado de la comunidad Comechingon de la zona.

En un comunicado, las organizaciones territoriales Comechingón y Sanavirón de la provincia de Córdoba, denuncian que este evento se debe a un claro hostigamiento hacia los miembros de la comunidad.

Miembros de la Comunidad Comechingón Pluma Blanca denunciaron que, el jueves 5 de agosto, el nawan Carlos López encontró varios explosivos militares escondidos en una grieta al nivel del piso, sobre una pared lateral externa de su casa en Candonga. Al día siguiente, personal policial y de la División de Explosivos de la Provincia de Córdoba realizaron el procedimiento para retirar el material, confirmando que se trataba de gelamón (explosivos de uso minero y para actividades de demolición).

Según manifestó Pablo Reyna, integrante de la Comunidad Comechingón Timoteo Reyna y vocero de la Comunidad Pluma Blanca, la familia del nawan está “muy atemorizada, muy cansada y corre en riesgo su vida”.

La situación con los explosivos no fue la única registrada recientemente: en fotos y testimonio, denuncian que le rocían con nafta las ventanas del domicilio, le dejan bombas molotov en el interior de la vivienda bajo la cama de sus hijos y encuentra balas en la puerta.

Botella con nafta debajo de la cama de uno de los niños de López

“Sabemos que el hostigamiento se debe a conflictos de larga data con emprendimientos de empresas que disputan el territorio de la comunidad y con el fin de arrebatar el territorio se han efectuado desde disparos a la vivienda, roturas de medidas de seguridad, ataques a las mujeres de la familia, robo de animales, roturas de cercos perimetrales, destrucción de cartelería, entre otros. Todo esto evidencia una intención clara e indubitable de arrebatar el territorio ancestral, con un absoluto desprecio por la vida” continua el comunicado.