Otorgada por el Residential Real Estate Council de Estados Unidos, el certificado CRS supone una garantía para los clientes. Más de 300 inmobiliarias ya adhieren a esos exigentes estándares de calidad y honestidad profesional.
A medida que la transparencia y las nuevas tecnologías se afianzan como paradigma en el sector inmobiliario, Córdoba se ubica en la vanguardia en el uso de las buenas prácticas.
Los corredores y martilleros de esa ciudad resultaron pioneros en una tendencia que ya se replica en el resto del país: cada vez son más los profesionales que obtienen la certificación CRS (Certified Residential Specialist o Especialista Residencial Certificado). La prestigiosa certificación es otorgada por el Residential Real Estate Council (RRC), un consejo que es parte de la National Association of Realtors (NAR) de Estados Unidos. CRS Argentina y Uruguay representan a la RRC en ambos países.
Uno de los principales referentes en esa materia es Julio Valente, profesor en la Universidad Tecnológica Nacional. Allí, desde hace más de 20 años forma corredores inmobiliarios en la carrera de Técnico Superior en Negociación de Bienes.
“Las personas que obtienen el certificado CRS como Especialista Residencial suponen una garantía para sus clientes y adhieren a los estándares más exigentes de calidad y honestidad profesional. La idea es ser un vehículo premium de formación agregando valor a la profesionalización de un mercado inmobiliario cambiante”, explicó Valente.
El especialista, que es el Director Académico de CRS Argentina y Uruguay, agregó que uno de los objetivos principales está vinculado con generar prestigio en el sector inmobiliario “educando en la ética y en las mejores prácticas de trabajo a través del otorgamiento del certificado de calidad internacional de Especialista Residencial a integrantes de la comunidad inmobiliaria”.
Las buenas prácticas van de la mano del uso de las nuevas tecnologías: todos los martilleros y corredores con certificación CRS saben que la tecnología de vanguardia es la que permite mejorar la experiencia del cliente y agilizar los procesos.
“Esto incluye el uso de plataformas digitales para la búsqueda y oferta de propiedades (la más antigua y extendida son las MLS, Multiple listing service), la firma electrónica de contratos y el uso de herramientas de análisis de datos para tomar decisiones informadas”, indicó Pablo Didier Stamatti, socio fundador de la primera MLS de Argentina y socio gerente en Taiana Propiedades, una de las inmobiliarias líderes en Córdoba.
Además de poner el foco en la profesionalización, la capacitación constante, el trabajo colaborativo apoyado en la tecnología y la transparencia en todos los procesos, Valente agregó que el nuevo paradigma implica comprender que “se trata de un negocio de personas y no de propiedades”.
Además de la certificación CRS, muchos profesionales argentinos han tomado el curso REAP (Real Estate Advanced Practices), donde se explica una forma de trabajo en sintonía con lo que se hace en el mercado estadounidense, que se encuentra a la vanguardia del sector.
Tal como explicó Valente, docente habitual en los Programas REAP, las Prácticas Avanzadas de Real Estate están orientadas a corredores inmobiliarios (matriculados o egresados de las carreras universitarias) y martilleros públicos, y a quienes tengan un mínimo de 4 años de experiencia en el sector inmobiliario. El diploma también es otorgado por el RRC de Estados Unidos.