La 7ª edición del Festival “Una Ciudad, Todos los Pueblos”, que se desarrolló desde el 9 al 12 de diciembre, convocó a más de 40 mil personas que disfrutaron de comidas y danzas típicas de numerosas colectividades que residen en Córdoba Capital.
Con la vuelta a la presencialidad y por primera vez, la feria se realizó en el predio deportivo de la Universidad Nacional de Córdoba, un espacio que permitió recibir a una multitud de visitantes al aire libre respetando los protocolos sanitarios vigentes.
Organizado por la Secretaría de Planeamiento, Modernización y Relaciones Internacionales municipal, a través de su Dirección de Acompañamiento y Apoyo al Inmigrante, el evento apuntó a promover y visibilizar la diversidad cultural entre los cordobeses junto a las diferentes organizaciones de migrantes y de colectividades de nuestra ciudad.
“Después de un año sin hacerse, el festival se concretó gracias al esfuerzo conjunto de las áreas de la Municipalidad de Córdoba, la producción, las distintas colectividades y los vecinos que se acercaron. Logramos hacer una feria con mucha alegría, bailes y comidas típicas. Estas acciones acompañan la gestión del intendente Martín Llaryora, fomentando la diversidad cultural, trabajando por una ciudad más inclusiva”, resaltó Alejandra Torres, secretaria de Planeamiento, Modernización y relaciones Internaciones.
En esta oportunidad, se presentaron 14 puestos gastronómicos pertenecientes a más de 20 organizaciones migrantes, un escenario para los espectáculos y bailes propios de cada país, y como novedad se instaló una carpa cultural donde se desarrollaron actividades relacionadas con los aspectos tradicionales de cada región.
La oferta gastronómica propuso comidas típicas de las siguientes colectividades: Perú, Bolivia, Paraguay, Venezuela, Cuba, España, País Vasco, Polonia, Grecia, República Checa y Eslovaquia, Japón, Armenia, y Árabes Musulmanes; y dentro de la carpa de la Unión de Colectividades de Córdoba (UCIC) estarán los países Brasil y Lituania.
Entre las delicias internacionales los visitantes pudieron degustar cazuela de mariscos vasca, sopa paraguaya, ceviche y anticucho peruano, strudels, shawarma, pierogi, souvlaki, picada armenia, halusky con pollo a la páprika de los checos y eslovacos, sushi y tempuras japonesas, pollo frito boliviano, paella española, tortas y postres lituanos o la típica feijoada brasileña, y muchas especialidades más.
A su vez, en el escenario se exhibieron danzas árabes, armenias, bolivianas, cubanas, españolas, italianas, japonesas, mexicanas, paraguayas, griegas, peruanas, polacas, sirias, entre otras.
Para esta edición se instaló una Carpa Cultural integrada por la Asociación Bella Sicilia, la Colectividad de Andalucía, Galicia, Murcia, México y Hungría, donde se compartieron diferentes aspectos tradicionales de la cultura de cada región de origen.
Además, la Secretaría de Salud de la Municipalidad participó con la instalación de un consultorio móvil para recibir consultas y realizar hisopados covid-19.