SUQUIA
Por Flecha Lástrico
Es probable que no estemos familiarizados con la vida y los logros de Simone Veil. Y que el realizador y guionista Oliver Dahan haya comprendido la necesidad no solo de contar su vida sino de ser didáctico. Algo de antemano riesgoso, porque hay mucho para contar de esta mujer extraordinaria, porque su carrera política sobresaliente, por su militancia y además por ser una sufrida sobreviviente de Auschwitz, junto a su hermana. Ministra de sanidad de Giscard, nunca se sintió identificada con un partido político pero lucho y logro la ley de legalización del aborto, mejoro las condiciones de los presos en Francia y en Argelia (en cárceles francesas), mejoró el trato a las mujeres y hombres en internaciones por adicciones, fue la primera presidenta del Parlamento Europeo. Su gran carga de dolor fue, sin dudas, como los franceses después de la guerra condenaron al silencio a los que fueron deportados a los campos de concentración durante la ocupación alemana. Nadie deseaba la revisión de la delación, todos quería aparecer como miembros de la resistencia. Fueron 76.000 los deportados y muy pocos los sobrevivientes. Por eso Simone Veil se lamenta: “Paso mis noches con los muertos”. Fue tal su entereza y su fuerza que cuando los partidarios de Le Pen le gritaban sin pudor “Puta Judía” que ella respondía que había soportado a las SS y no les tenía miedo. Es cierto que en muchas tramos Dahan, el mismo director de “La vida en rosa”, elige que sean contados y no mostrados, y que además abarca desde la niñez de Simone hasta sus últimos días cuando escribía sus memorias. Pero es tan atractiva la toda la vida de Veil, su lucha contra la sociedad patriarcal, su entereza moral, la torturada experiencia de sus años de adolescente, que la película emociona limpiamente. Los actores de gran nivel Rebecca Marder como la adolescente Simone, Elsa Zylberstein (gran protagonista), Mathieu Spinosi, y el resto del elenco son impecables. Sin dudas es solo una aproximación a un ser complejo y fascinante, donde se subrayan los momento sobresalientes como mosaicos de un rompecabezas. Pero igual es muy bueno verla.
CALIFICACIÓN: ↗️↗️↗️↗️