¿Por qué deberías verla y por qué no?, en palabras de nuestro especialista Flecha Lástrico.
No conformes con el despropósito de la saga erótica de Netflix, los creadores de “365 días” ahora se lanzan con una película que huele al viejo The Film Zone, haciendo malabares con una budinera para tratar de ver una teta.
De producción polaca, el filme aprovecha el sex appeal del top model Simone Susina, que estuvo en la segunda parte de “365”, más Magdalena Boczarska para armar una historia donde la trama tiene poco que ver y la gran excusa son las escenas eróticas en lugares paradisíacos, paseos en un yate y deportes acuáticos.
Un testigo en la causa de un amigo, decide conquistar a la jueza del caso para ponerla a su favor. No solo lo logra, sino que se enamoran. Un detalle es que el galán fue también una conquista de la hija de la letrada, que cuando se entera comienza a hacer maldades. Pocas. Mucho no importa.
Las escenas de sexo están filmadas con estilizado lenguaje de videoclip, con música a tono y nada que se ponga incómodo o trasgresor. No tiene más pretensiones. Ni las dudas de la jueza, que es 15 años mayor que su conquista. Ni ese hombre que se sabe lindo, vive en la playa y que, por primera vez, encontró el amor. Una historia apenas hilvanada para que sirva de nexo entre las escenas eróticas, que son el gancho comercial. Lo demás, un despropósito cómo sus predecesoras. Solo para onanistas que no saben buscar “porno” en internet.
CALIFICACIÓN: 💦 🤛🏻