Pocas cosas reflejan el ADN de una sociedad como el fútbol. Ahí conviven el respeto por la ley, la educación, la tolerancia, a buena fe, la confianza, el respeto, la vergüenza, el compañerismo o la ausencia de esos valores.
Este lunes se cumplen 34 años del partido Argentina 2-Inglaterra 1, en México 86. La foto de Diego Maradona y Peter Shilton no necesita ningún contexto ni explicación. Pero vale la reflexión: para algunos argentinos (muchísimos), el gol con la mano es el reflejo de la picardía criolla, de la viveza que nos hace los más picantes y muestra la ventaja (el gol) que se logra cuando se burlan las reglas. Para otros compatriotas, la imagen es el testimonio de nuestra doble moral porque pedimos leyes más estrictas para todo pero nos da orgullo este instante en el que, absurdamente, creemos haberle mojado la oreja a los ingleses.
Por supuesto: ese día hubo otro gol de Diego y, en ése, nos ponemos de acuerdo todos que fue emocionante que pasara a ingleses como si fueran conos.
Pero volviendo a la idea inicial, si una plaza tiene basura la culpa es del intendente que no limpia, en vez de hacer responsable al que ensucia. Si alguien descubre algo que nos refleje mejor que el fútbol ¿me avisa? Gracias.