Vicente Muglia habló con la Súper Mañana de la Suquía.
El periodista deportivo, analista táctico y autor del libro “Che Pep”, Vicente Muglia, habló con la Súper Mañana de la Suquía sobre el contundente triunfo del Manchester City ante el Real Madrid en la semifinal de la UEFA Champions League y la brillante estrategia de Pep Guardiola para quedarse con el ansiado triunfo.
¿Fue lo del Manchester City una demostración que debería pasarse en todas las escuelas de fútbol?
Palabras más, palabras menos, es lo que expresé en mi cuenta de Twitter sobre lo que vimos ayer. Lo del primer tiempo fue algo que realmente me cuesta encontrar un adjetivo, para no quedarme corto. Fue una exhibición, una paliza. Además estamos hablando de la elite, no de que jugó contra el último de la serie. Lo hizo ante la bestia negra de la Champions. Un equipo que tiene un material impresionante en cuanto a futbolistas y recursos, como es el Real Madrid.
El Manchester City tiene buenos jugadores, pero no son los mejores: ¿En dónde está el mérito?
Ahí llegamos a la conclusión de la mano del técnico: la idea, el estilo de juego y la forma en la que convence a los jugadores de esa idea, que es una de las claves.
Se ve un equipo que traslada al campo de juego la filosofía de su entrenador. Si observas posición por posición a los jugadores del City y tenés que mencionar a los tres mejores jugadores en cada puesto en el mundo, no sé cuántos del City aparecen en esa lista.
Hay una idea y un entrenador que, a lo largo de su carrera, hemos visto las cosas que ha hecho: su obra maestra en aquel Barcelona y cómo transformó el juego del Bayer Múnich, jugando de una forma diferente al clásico estilo alemán. Recuerdo cuando llegó a Inglaterra que el comentario generalizado de la prensa inglesa era que se iba a tener que adaptar, porque al fútbol inglés no lo iba a poder conquistar. Siete años después, nos damos cuenta que la mayoría de los equipos ingleses intentan jugar como el Manchester.
¿Por qué no podemos trasladar a Argentina un fútbol así?
En lo personal, creo que los problemas que tenemos en Argentina son dos y están relacionados: uno es el miedo a perder y el otro es la intolerancia ante la posibilidad de hacer un proyecto a largo plazo. La poca paciencia de la gente hace que el entrenador sepa que si pierde dos partidos lo echan.
Eso hace que trabaje más para no perder y no para arriesgar y tratar de ganar. Hay excepciones, como el ciclo de Gallardo en Rivero. Pero el jugador argentino se termina mimetizando con esa sensación y arriesga menos, juega menos y cumple órdenes del entrenador de apostar más a la cautela y no quedar tan expuesto atrás.
La crisis económica también nos lleva a que el fútbol pierda calidad y jerarquía. Los pibes que son diferentes duran muy poquito, se van rápido, se los llevan. Hay una necesidad económica de engordar las arcas de los clubes.
Además, tenemos un torneo con problemas organizativos, principalmente la cantidad de equipos. Cuanto más equipos hay en primera, la calidad general baja.