Novak Djokovic, fue deportado de Australia y no podrá disputar el Abierto de ese país, en el que buscaba batir el récord de títulos de Grand Slam, luego de un duro revés en la justicia federal, que confirmó la decisión del Gobierno de cancelar su visa.
El tribunal compuesto por James Allsop (presidente), Anthony Besanko y David O’Callaghan rechazó esta madrugada por unanimidad el recurso presentado por la defensa del jugador luego de la medida adoptada el pasado viernes por el ministro de Inmigración, Alex Hawke.
Djokovic, que siguió la mediación desde una de las oficinas de su representación, a la que llegó procedente de un centro de detención de inmigrantes ilegales, se manifestó “profundamente decepcionado” con la sentencia, que acatará sin margen para nuevas apelaciones.
El tenista partió desde Australia en un vuelo con destino a Dubái operado por la aerolínea Emirates. Llegó a la terminal acompañado por su equipo técnico y se llevó un pequeño aplauso y vitoreo por parte de alguno de los viajeros, según un vídeo del Canal 10 local.
También fue escoltado en el aeródromo por miembros de la policía australiana mientras esperaba al embarque.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, envió su apoyo al tenista y aseguró que Australia “se está humillando a sí misma” con una medida que clausura días de “maltrato” recibido por el nueve veces campeón en Melbourne.