Tienen empleo con contrato luego de haber superado una condición de altísima vulnerabilidad y de desempeñarse como servidores urbanos.
“Las ganas de recuperarte, salir adelante, reencontrarte con tu familia, capacitarte; salir de las drogas, tener un ingreso; en definitiva de volver a vivir”. Con esas palabras, Esteban resume lo que lo motivó a dejar la calle y buscar reinsertarse en la sociedad, tener un trabajo y mirar el futuro con mayor optimismo.
Su caso y el de otras ocho personas es la historia de vida de quienes, con mucha voluntad y el acompañamiento del Estado, con sus equipos técnicos, vuelven a tener un lugar digno en la sociedad.
A través del Programa de Personas en Situación de Calle, la Municipalidad de Córdoba brinda alojamiento y asistencia integral desde el año 2020 a quienes se encuentran en esa realidad.
Tras permanecer un tiempo bajo la “tutela” del Estado, de acuerdo a los informes que realiza el cuerpo de psicólogos y trabajadores sociales, las personas que están en condiciones de ir ganando independencia y abandonar la situación de calle, son incorporadas como Servidoras y Servidores Urbanos.
En 2020 fueron 50 las personas que estaban en situación de calle y que pasaron a ser Servidores Urbanos y el año pasado otras 51, accediendo a diversas capacitaciones para favorecer sus ingresos económicos y sus posibilidades dentro del mercado laboral.
De quienes ingresaron en el primer año de pandemia, un grupo, que comenzó desarrollando tareas en el Jardín Botánico, luego pasó al ente BioCórdoba. En función de sus capacitaciones, su desempeño y la valoración que hizo el propio Ente, nueve de ellas fueron incorporadas para trabajar con un contrato.
La Subsecretaria de Planificación y Gestión, Liliana Montero, explicó: “Eran personas de altísima vulnerabilidad social, algunas de ellas con problemáticas históricas y con muchísimas dificultades para abandonar la situación de calle.
Después de dos años de integrar un programa municipal, con asistencia psicológica, médica, acompañamiento respecto del manejo de la vida cotidiana y de su dinero y con capacitaciones, hoy pudieron reintegrarse a la vida comunitaria y básicamente a la vida familiar, afectiva y al mundo del trabajo”.
Montero reconoce en su equipo de profesionales el esfuerzo de cada uno de ellos para lograr estos resultados: “Este tipo de políticas sociales desarrolladas por la Municipalidad de Córdoba dan cuenta de que cuando el Estado trabaja en profundidad, impactan positivamente en la vida de las vecinas y los vecinos de la ciudad”, asegura.
La funcionaria considera que “la problemática de las personas que están en situación de calle, no es solamente que no tienen donde dormir. Quizás ese sea uno de los problemas importantes, pero no el mayor de ellos. En realidad, tiene que ver con la complejidad de las situaciones individuales afectivas que estas personas atraviesan”. Por eso, agregó, “el trabajo es muy de uno a uno, de cuerpo a cuerpo. Que este grupo se incorpore al Ente BioCórdoba tiene que ver con la capacidad del Estado de gestionar, pero también con las ganas, el esfuerzo y la voluntad que tienen las personas de elegir un modo de vida distinto”.
Por su parte, el Director General de Intervención Social, Mauricio Romero, a cargo del Programa de Servidoras y Servidores Urbanos, destacó: “Esto da cuenta de que no se trata de un programa social más. Este tiene un plus, una persona que está en una situación vulnerable es capacitada para que tenga un oficio, para que pueda progresar. Abordamos temas como la terminalidad educativa, tanto del primario y secundario, como así también brindando acompañamiento universitario”.
En el caso de Sofía contó que tiene una “nueva vida”: “Fue como una luz en mi camino. Así se me dio la oportunidad de anotarme en este programa. Ahora estoy viviendo otro estilo de vida, otra oportunidad. Tengo mi departamento, me despierto todos los días a las 6 de la mañana. Mi mente está ocupada en mi trabajo, estoy muy entusiasmada con los estudios que voy a retomar. Aproveché la oportunidad para conversar con trabajadoras sociales que me ayudaron con el trámite de cambio de identidad de género”.
Actualmente, estas personas trabajan dependiendo directamente del ente BioCórdoba, cumpliendo tareas tales como compostaje, mantenimiento eléctrico, uso de diversas máquinas, tareas de jardinería en general, logrando de esta manera un verdadero cambio de vida.