Mientras en Buenos Aires pagan una factura de mil pesos, por el mismo consumo, en Córdoba se paga casi tres mil pesos.
Un trabajo de comparación de facturas de luz realizado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba muestra que, en comparación con la ciudad de Buenos Aires y el Amba, en Córdoba se paga 189 por ciento más; en Salta 133 por ciento más; en Santa Fe 109 por ciento y en Río Negro 90 por ciento más.
El informe, en el que se trabajó sobre un consumo residencial de 300 kWh mensuales. destaca también que en la Ciudad de Buenos Aires y en el AMBA, áreas servidas por las distribuidoras Edenor y Edesur, la energía eléctrica es una de las más baratas del país. Solamente La Rioja, por los subsidios del Gobierno provincial a la distribución a cargo de Edelar, es menor, destaca el informe.
“Los subsidios a la energía generan distorsiones a nivel macroeconómico, además de posicionarse como un gasto clave del Estado Nacional (9.500 millones de dólares a noviembre pasado), por lo que tienen un rol clave en el déficit fiscal. Eso implica que, indirectamente, empeoran el problema inflacionario que pretenden atenuar, ya que el rojo se cubre con emisión de pesos“, destaca el informe.
El estudio del Instituto subraya que “la política de subsidios también agrava distorsiones a nivel microeconómico, generando desigualdades, particularmente en términos regionales”.
“En el caso de Chaco el precio que pagan los consumidores es 50 por ciento más que los de GBA y, en Tierra del Fuego, que no actualiza tarifas hace casi 3 años, 29 por ciento”, señala el informe.
Los cálculos del estudio que realizó la Bolsa de Comercio consideran el costo de la energía eléctrica de diciembre pasado antes de impuestos, y destaca que “las cargas también insertan distorsiones e inequidades entre las regiones”.
“Si la Nación no subsidiara la generación de energía eléctrica, las desigualdades regionales disminuirían a la mitad: la diferencia de Tierra del Fuego con CABA y AMBA caería del 29% al 14%, y la diferencia con Córdoba pasaría de 189% a 90%“, añade.
“Una quita completa de los subsidios llevaría a que los consumidores del AMBA y la ciudad de Buenos Aires pagarán dos veces más que hoy (110%) pero, aun así, seguiría siendo de los servicios más baratos del país. Un cliente de la estatal EPEC en Córdoba afrontaría el menor aumento porcentual, sería 38% más cara que la factura de diciembre pasado”, destaca el análisis.
Desde el Instituto ratifican que los subsidios a la energía generan más distorsiones y costos que los aparentes beneficios de su aplicación: “Con un impacto mínimo en el consumo de las familias, generan incentivos perversos a consumir más energía al pagarse un valor menor al costo de producirla. Además hay desincentivos a invertir por parte de las empresas que generan y distribuyen”.
Agrega que esta situación deriva en una “peor calidad de servicio” para todos los argentinos, tal como lo muestran los recurrentes cortes de energía. A eso se suma que el balance energético se torna deficitario y profundiza la pérdida de reservas; también ahonda el déficit fiscal y la emisión monetaria, que “terminan impactando en una mayor inflación”.