A los 94 años murió Sidney Poitier, el primer actor negro en ganar un Oscar

El artista derrumbó prejuicios en Hollywood.

El actor estadounidense Sidney Poitier, quien rompió prejuicios raciales en los duros Estados Unidos de la década de 1960 cuando obtuvo el Oscar al mejor actor por “Una voz en las sombras”, de Ralph Nelson, para transformarse en estrella de la pantalla, falleció en la noche del jueves a los 94 años en Nasáu, Bahamas, donde residía, anunció la prensa hollywoodense.

Era el mayor sobreviviente de los ganadores del Oscar en su categoría y la noticia sorprendió porque un día antes había muerto su amigo Peter Bogdanovich, quien en 1996 lo dirigió en una secuela para televisión que emitió la cadena CBS de “Al maestro con cariño”, rodada 29 años antes.

El intérprete estaba inactivo en el cine desde 1997 cuando rodó “El chacal”, de Michael Caton-Jones, por la que había sido nominado como mejor actor de reparto a los Blockbuster Entertainment Awards, aunque realizó papeles menores en televisión hasta 2001.

Poitier fue un actor diferente desde el principio. Al igual que sus modelos a seguir, Montgomery Clift y Marlon Brando, poseía una voz distintiva, con un timbre suave y tranquilizador desarrollado durante sus primeros años en Cat Island, Bahamas, adonde fue llevado por sus padres desde su nativa Miami para curar su salud enfermiza.

Inicialmente rechazado por el American Negro Theatre de Harlem cuando era adolescente y llegó con la esperanza de ser actor, debido a su fuerte acento de Bahamas, pero fue tomado como prueba por tres meses. Entonces bajó el tono imitando a los locutores de radio neoyorquinos, a los que escuchaba muchas horas por día.

Como símbolo de los derechos civiles de los afrodescendientes, Poitier inauguró una era en Hollywood, frente a cuya industria jamás se arrodilló, al ganar o estar nominado a los premios Bafta, Grammy, Golden Globe y en los festivales de Berlín y San Sebastián.

Además se casó en 1976 con una actriz blanca, la canadiense Joanna Shimkus, hoy su viuda, quien abandonó su carrera cinematográfica (“Los aventureros” (1967), “Tante Zita” y “Alias Ho!” (1968), las tres del francés Robert Enrico) y le dio dos hijas: Anika y Sydney Tamiia, en la actualidad de 48 años y actriz de cine y televisión.

Antes de su estrellato y el Oscar que recibió en 1964 por “Una voz en las sombras”, Poitier realizó papeles secundarios en “El odio es ciego” (1950), de Joseph L Mankiewicz, “Los desheredados” (1951), de Zoltan Korda, “Hermanos ante el peligro” (1952), de Budd Boetticher, “El grito de la victoria” (1954), de James Wong Howe, “Semilla de maldad” (1955) y “Sangre sobre la tierra” (1956), ambas de Richard Brooks, “El hombre que venció al miedo”, de Martin Ritt, y “Mi pecado fue nacer”, de Raoul Walsh (1957) y “Fuga en cadenas” (1958), de Stanley Kramer, donde en su escape compartía unas esposas con el personaje racista que hacía Tony Curtis.

En “El hombre que venció al miedo” era un estibador que da su vida por defender a un compañero blanco interpretado por John Cassavetes (1929-1989), hombre de teatro y notorio progresista, que fue su amigo por toda su vida pero no logró su propósito de que Poitier hiciera un “Hamlet” negro en el escenario.

En 1959 el productor y director Otto Preminger, otro cuestionador de las leyes de Hollywood, lo hizo protagonizar y hasta cantar -doblado- en la superproducción “Porgy and Bess”, junto a Dorothy Dandridge, en un musical romántico de origen teatral actuado solo por negros.

Luego filmó “París vive de noche” (1961), de Martin Ritt, con Paul Newman, Joanne Woodward y Louis Armstrong, hasta que alcanzó el protagonismo en “El sol brilla para todos” (1961), de Daniel Petrie, y “La escuela del odio” (1962), de Hubert Cornfield.

Aún estaban candentes los incidentes de Little Rock, Arkansas, ocurridos pocos años antes, cuando un grupo de estudiantes afroamericanos intentó ingresar a un colegio secundario para blancos y fueron golpeados y detenidos por la Guardia Nacional. El hecho tuvo resonancia en la prensa mundial.

En 1965 Poitier rodó la sentimental “Cuando solo el corazón ve”, de Guy Green, en el que la ciega Elizabeth Hartman establece un juego de romance sin conocer el color de su piel, y en 1967 protagonizó “Al calor de la noche” (Oscar a mejor película), de Norman Jewison, con el gran Rod Steiger (Oscar a mejor actor) como un policía racista y probablemente gay; la nombrada “Al maestro con cariño”, de James Clavell, y “¿Sabes quién viene a cenar?”, también de Kramer y con Oscar para Katharine Hepburn.

En un acuerdo con los productores, en “Al maestro con cariño” el actor cobró una pequeña cifra de dinero, pero al pactar un porcentaje del bruto de recaudaciones, fue tal el éxito del filme que lo volvió millonario.

A la altura de “¿Sabes quién viene a cenar?” se lo acusó de “asimilado” al mundo blanco y de haber olvidado el atentado sufrido por Juanita Hardy, su primera esposa, por racistas que encendieron una cruz del Ku Klux Klan en el jardín de su casa.

La película fue el mayor éxito de boletería del sello Columbia hasta el momento pese a las críticas que veían al actor cómodamente instalado entre las primeras figuras, pero olvidaban que Poitier fue un intenso activista por los derechos de su gente desde su temprana juventud.

Sidney Poitier nació en Miami, Florida, el 20 de febrero de 1927, hijo de agricultores, y fue actor, director de cine, escritor, embajador honorario de la ONU y ganador del Premio de la Academia de Hollywood en dos ocasiones; el segundo fue un Oscar honorífico por su carrera en 2002.