Es considerado plaga, ocasiona daños en cultivos, provoca siniestros en las rutas, suele atacar a animales domésticos y transmite graves enfermedades al ganado y seres humanos.
Informe: Prensa Gobernación.
La problemática que representa el jabalí para el medio ambiente y la biodiversidad en muchos lugares del mundo también preocupa en Córdoba. En esta provincia, la principal especie exótica invasora es el jabalí europeo, cuya cantidad está aumentando de manera sostenida.
El jabalí es considerado plaga: existe sobrepoblación debido a su elevada tasa reproductiva. Ocasiona un serio impacto en la diversidad biológica y en actividades humanas como la agricultura.
En este sentido, origina daños ecológicos en los cultivos (se alimenta de maíz, por ejemplo) y en los suelos a causa de las remociones que hace con su hocico; causa accidentes en las rutas; puede atacar a animales domésticos; es dispersor de semillas; modifica la vegetación existente; genera perjuicios productivos (en silos bolsa, por caso); y transmite enfermedades al ganado y al ser humano.
Por sus características biológicas y tamaño, el jabalí genera otro problema: está desplazando de su hábitat y área de distribución al pecarí, mamífero más pequeño de volumen que integra la fauna autóctona. Compiten por alimento, agua y refugio.
El secretario de Ambiente provincial, Juan Carlos Scotto, se refirió a la problemática del jabalí. “Es un problema complejo que tienen muchas provincias de nuestro país, incluso Córdoba, sobre el que no es fácil implementar una única solución; afecta a la fauna, a la biodiversidad”, comentó.
El jabalí no tiene depredadores naturales, excepto el puma, aunque este felino sólo ataca ejemplares de pequeño tamaño y jabatos (crías de jabalí).
“Estamos trabajando de manera coordinada con otras provincias y con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación para buscar soluciones, porque la fauna no reconoce los límites provinciales”, expresó Scotto.
Taller virtual
Ante esta situación, la Secretaría de Ambiente provincial, dependiente del Ministerio de Coordinación, viene realizando actividades tendientes a la búsqueda de soluciones para lograr el control de los daños que este animal ocasiona. Días atrás, esta repartición promovió la realización del taller virtual “Evaluación de propuestas de control poblacional del jabalí en la provincia de Córdoba”.
La capacitación fue organizada por el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (Idea), dependiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad Nacional de Córdoba. Por la Provincia, participaron más de 40 técnicos de la Dirección de Gestión de Recursos Naturales y de Policía Ambiental, además de guardaparques.
Ambiente solicitó a Idea (agrupa a científicos que investigan distintos grupos de animales) la realización del taller, destinado a proponer lineamientos para el control poblacional del jabalí en la provincia de Córdoba.
Por videoconferencia, expusieron especialistas de Misiones, Río Negro, Buenos Aires y Entre Ríos. Desde Brasil participó el ecólogo Felipe Pedrosa, de la empresa de servicios ambientales Mão na Mata, especializada en manejo de fauna silvestre.
Se trataron temas como “Qué debemos saber del jabalí para su control”; “Antecedentes e información disponible”; “Parámetros biológicos claves para un posible control”; “Métodos de estimación de densidades”; y “Panorama general de la diversidad de métodos de control y de combinaciones de métodos”. También se habló de “Las experiencias sobre control del jabalí en Argentina y Sudamérica” y de “Disminución de daños: pasos de fauna”.
Luego de este taller intensivo se conformará un grupo de trabajo. Idea elaboró un documento con resultados y recomendaciones que remitió a Ambiente provincial.
De difícil solución
La directora de Gestión de Recursos Naturales provincial, Paula Mogni, indicó que en el taller los especialistas se refirieron a las estrategias para mitigar los daños producidos por los jabalíes.
“Decidimos consultar a los expertos que propuso Idea para pensar las mejores alternativas para el control poblacional y de los daños que el jabalí causa en nuestra provincia”, señaló la bióloga.
El taller proporcionó los elementos técnicos y científicos para que los profesionales de la Secretaría de Ambiente que vienen trabajando en el tema formulen las líneas prioritarias a implementar. “Se marcaron líneas de acción a mediano y largo plazo; las soluciones no serán inmediatas”, admitió Mogni.
La intención de la Provincia es aprender de las experiencias de otros lugares del mundo, ya que la problemática del jabalí es global. Actualmente, en Córdoba se controlan poblaciones de jabalíes en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, práctica que puede aportar conocimientos.
Caza deportiva
En la provincia de Córdoba, la caza deportiva del jabalí está habilitada todo el año. Se realiza de noche, porque este mamífero tiene hábitos nocturnos.
El jabalí (de nombre científico Sus scrofa) es una especie exótica que viene ampliando su distribución en casi todo el territorio cordobés.
De origen europeo y gran tamaño, se dispersó por toda Argentina debido a su capacidad de adaptación a diversos hábitats. Vive en piaras, es omnívoro y tiene un alto nivel reproductivo. No es un animal tranquilo.
No se conoce la población actual de jabalíes ni existen publicaciones oficiales al respecto. Pero se estima que, en ambientes con características similares, hay entre cinco y seis individuos por kilómetro cuadrado.
Especies exóticas invasoras
Las especies exóticas invasoras son plantas, animales o microorganismos que, pese a ser trasladados más allá de sus límites naturales de distribución, consiguen establecerse y avanzar en los nuevos ambientes en los que son introducidos.
Esta situación causa impactos severos sobre la diversidad biológica, la cultura, la economía y la salud pública.
No todas las especies introducidas se vuelven invasoras, pero el impacto de las que consiguen invadir es, con frecuencia, muy significativo y varía en función de la especie y del hábitat. A nivel mundial, las especies exóticas invasoras son la segunda causa de pérdida de la biodiversidad. Generan problemas sanitarios y costos económicos.